El PRIS fortalece la entrega de medicación para epilepsia y Parkinson

El programa busca que el tratamiento llegue al paciente en su zona, con prioridad para quienes no cuentan con cobertura social.

El PRIS fortalece la entrega de medicación para epilepsia y Parkinson
El Ministerio de Salud Pública confirmó la estrategia de cercanía y ordenó el funcionamiento del programa con una resolución.

Con un balance sobre la mesa y una resolución firmada para ordenar y fortalecer el trabajo cotidiano, el Programa de Epilepsia y Parkinson del PRIS volvió a poner el foco en una idea clave: que el tratamiento no sea un privilegio, sino un derecho garantizado y al alcance del barrio. La definición se dio en el marco de una reunión encabezada por el ministro Luis Medina Ruiz y el referente del espacio, Miguel Jarma, donde se revisó el funcionamiento del dispositivo y se delinearon mejoras para 2026.

Medicamentos más cerca

El programa sostiene una lógica territorial para evitar que la distancia sea una barrera. Según explicó Miguel Jarma, el esquema se apoya en puntos de distribución planificados para acercar la medicación a cada paciente: “La idea del programa es que la medicación le llegue al paciente en los servicios más cercanos a sus domicilios, para eso tenemos, tanto en el área centro en capital como en las áreas aledañas, nodos de distribución de la medicación”.

En términos prácticos, esto significa menos traslados, menos gastos y más continuidad en tratamientos que requieren seguimiento sostenido.

El circuito comienza cuando ya existe un diagnóstico realizado por un médico neurólogo. A partir de allí, el ingreso al programa contempla condiciones puntuales: residencia en Tucumán y la ausencia de cobertura social, para priorizar a quienes más lo necesitan. En ese camino, el rol del neurólogo tratante es determinante, ya que solicita la inclusión del paciente y activa el mecanismo formal dentro del PRIS.

“Una vez hecho el diagnóstico con los métodos de estudio, el neurólogo de cabecera que lo trate solicita la inclusión en el programa y automáticamente se lo empadrona para darle la medicación en el nodo de referencia más cercano a su domicilio”.

En el repaso del año, el referente del programa indicó que una primera etapa estuvo centrada en fortalecer la gestión interna, un punto sensible para sostener regularidad en la entrega de medicación.

Con ese paso dado, el objetivo inmediato es mejorar la captación de pacientes: llegar antes, detectar más casos y garantizar que quienes cumplen los requisitos puedan acceder sin demoras al tratamiento correspondiente.

Así, el PRIS cierra el año con una hoja de ruta marcada por la cercanía, el orden del circuito y una meta sanitaria que no cambia: que la atención sea continua, humana y posible para cada tucumano que convive con epilepsia o Parkinson.