El pasado fin de semana y en plena pandemia clausuraron siete fiestas clandestinas en distintos puntos de la provincia. En todos los casos se labraron las actas de infracción correspondiente por no contar con los permisos y ni habilitaciones.
En una vivienda en Tartagal había 17 personas reunidas a pesar de que la noche anterior habían clausurado otra reunión de 50 personas. En Rosario de la Frontera, la Policía detectó una fiesta con 46 personas, dos en Joaquín V. González 70 y 22 concurrentes respectivamente.
En la capital en una vivienda de barrio Solidaridad se desarrollaba otro evento clandestino con 41 personas presentes, y dos eventos en General Güemes, en una finca ubicada en ruta provincial 10 camino a San Antonio, se constató la presencia de alrededor de 200 personas. y en una propiedad colindante otras 22 personas.
En el marco del plan de habilitaciones, el COE provincial autorizó las reuniones sociales y familiares pero con un cupo máximo de 10 personas. Están prohibidos los eventos masivos en viviendas particulares.