Desde hace meses la situación en los límites de Argentina con Bolivia parece no tener control. El incremento de casos de coronavirus en el país vecino impulsa a sus ciudadanos a cruzar la frontera de la manera que sea con tal huir de un posible contagio. También vienen a comprar o vender mercadería, en especial hojas de coca, muy cotizadas en esta época.
A pesar de que semanas atrás el Gobierno de Salta envió refuerzos de la Policía y el Ejército para controlar los pasos internacionales en las localidades Salvador Mazza, Aguas Blancas y Los Toldos, resulta casi imposible evitar la circulación de gente a través de las rutas ilegales. Muchos llegan a pie con lo puesto frente a la mirada indignada de los vecinos que los filman y denuncian pero que nada pueden hacer para que la situación cambie.
Según el Ministerio de Seguridad de la provincia, durante el mes de julio Gendarmería Nacional, detectó y deportó a más de 200 bolivianos que intentaban ingresar a la Argentina por Aguas Blancas. Sin embargo, el periodista Gastón Duran de la ciudad salteña que limita con la localidad boliviana de Bermejo contó a FM Profesional que miles de personas pasan a diario por ahí y que no las controlan. Aseguró además que en la zona hay 15 pasos ilegales, y que la mayoría de los ciudadanos bolivianos que los cruzan lo hacen para comprar mercadería o traficar hojas de coca.
Por su parte, el diputado nacional por Salta, Andrés Zottos, también denunció en las redes sociales que ciudadanos bolivianos ingresan a la provincia sin ningún tipo de control. "Esto pasa ahora en la frontera de Salta con Bolivia. En medio de una explosión de covid-19 en las ciudades fronterizas con Bolivia, así ingresan al país sin controles y a la mirada de todos los salteños", expresó el legislador en su cuenta de Twitter junto a un video donde se ve a tres personas caminando.
Por su parte, desde el Ministerio de Seguridad de la provincia informaron que el personal de Gendarmería Nacional y la Policía de Salta no da abasto para vigilar la decena de pasos clandestinos que tienen las fronteras, principalmente en Aguas Blancas y Salvador Mazza. El ministro de Seguridad, Juan Manuel Pulleiro, aseguró que las fuerzas son escasas, y que el gran problema son las personas que tienen doble ciudadanía (boliviana/argentina) porque no hay manera de deportalos.
Ante la situación y los constantes reclamos, el gobernador Gustavo Sáenz aprovechó su reunión con el presidente Alberto Fernández reiteró la necesidad de reforzar aún más los controles en la frontera con Bolivia para disminuir los riegos de contagios de coronavirus.