El 24 de diciembre de 2019, Liliana Flores fue asesinada por su expareja y policía, Hedgar Exequiel Almirón, dentro de su casa en un barrio del municipio salteño de Cerrillos. Horas antes lo había denunciado en la subcomisaría de la zona y tenía una custodia policial en la puerta de su vivienda cuando ocurrió el femicidio.
Ahora la fiscalía pidió la elevación a juicio contra Elvio Rolando Aguirre, quien cumplía la consigna fija y personal en protección de la víctima y de Abel Mónico Córdoba, que se desempeñaba como jefe de guardia de la subcomisaría de Los Pinares.
El fiscal Gustavo Torres Rubelt requirió juicio contra Aguirre bajo la figura de abandono de persona seguido de muerte e incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso ideal. Según la investigación, el efectivo estaba hablando por teléfono cuando el asesino entró a la vivienda y mató a Liliana. Se percató de la situación cuando escuchó los disparos.
Abel Mónico Córdoba, por su parte, está imputado como autor del delito de violación de medio de prueba, registros o documentos. La acusación surge a partir del resultado de la pericia documentológica realizada por el CIF a uno de los registros del libro de guardia de la Subcomisaría de barrio Los Pinares, secuestrado el 24 de diciembre pasado, tras el femicidio. Se comprobó que hubo adulteraciones en relación a las directivas dadas inicialmente por la Fiscalía Penal de Cerrillos tras la denuncia realizada por la víctima.