En diciembre del 2018 la crecida del río Colorado arrastró un tren con 13 vagones de azúcar con destino a Buenos Aires, derribando también el puente ferroviario, una vía estratégica que conectaba varias regiones productivas. A pesar de su importancia económica, estratégica y logística, nunca fue reparado.
El año pasado, en octubre se informó desde Trenes Argentinos que había empezado el proceso de reacondicionamiento, luego de que el puente se cayera por segunda vez. Desde el derrumbe del 2018, se encuentra completamente inhabilitado, lo que provoca un retraso en el transporte y conexión de la producción de la región.
Aunque desde Trenes Argentinos habían informado que el puente estaría operativo en abril de este año, las tareas de retiro de escombros y restos del tramo colapsado se hicieron en octubre del 2019, y la obra quedó paralizada días después.
El colapse de la vía significó una gran desconexión productiva en todo el norte, especialmente para Orán, que se conectaba únicamente con este ramal del Ferrocarril Belgrano con el resto de la Argentina. Desde Trenes Argentinos aclararon que el colapso de esta estructura no significa que haya quedado fuera de servicio el Belgrano Cargas, siendo que el puente no está sobre la vía principal.
El ramal principal es el C15, que llega hasta Pichanal; los planes serían rehacer su trazado en una etapa posterior, a fines de este año. El colapso del puente en diciembre del 2018 se debió a la crecida del caudal del río, y aunque se llevó un tren con 13 vagones de azúcar, el maquinista salió ileso por lograr desenganchar la locomotora.