"Mi lucha sigue", expresó Ana Fernández a la salida del juicio donde el Tribunal condenó con 23 años de prisión al único acusado del femicidio de su hija, Cintia.
Ana lloró de alivio y de emoción cuando escuchó la sentencia. Para ella fueron ocho años de pelea, de marchar en la Plaza 9 de Julio, de soportar que la tilden de loca y de tocar puertas pidiendo que la escuchen, que se haga. Hoy escuchó un veredicto que la dejó tranquila pero que también la impulsa a seguir su lucha.
Durante la audiencia debate quedó demostrado que hubo encubrimiento policial durante la investigación. Peritos forenses declararon que se movieron pruebas en el lugar del crimen. Ana declaró que abrirá una nueva causa para investigar este hecho. "Siempre dije que caso de Cintia marcará un antes y un después. Hoy me lleve puesto al estado y a los encubridores de Condorí les espera un nuevo juicio", dijo a la prensa.
"Hoy se hizo justicia y se que mi hija descansa en paz. Mi mariposa vuela en libertad. Esto nos dice que hay que sostener las convicciones de lucha y buscar la verdad. Voy a fortalecer a los familiares que esperan Justicia", finalizó.