Un insólito hecho ocurrió en la localidad santafesina de Roldán, donde un grupo de vecinos se reunió con funcionarios del Consejo de Seguridad de la zona. Al salir del encuentro, uno de los asistentes comprobó que le habían robado la bicicleta con la que había llegado.
Precisamente el motivo de la reunión tenía que ver con la creciente ola de delitos que enfrentan los roldanenses, y que quedó graficada por el nuevo robo. La víctima había dejado su bicicleta entre un arbusto y un edificio donde funciona la sede policial. Al retirarse, el rodado ya no estaba.
El hecho ocurrió delante de las narices del secretario de Seguridad provincial, de las máximas autoridades de la comisaría 6° y de funcionarios del 911. Pero la historia no termina allí, porque resulta que el ladrón dejó la bicicleta frente a un club, pero no porque se haya arrepentido, sino porque allí robó otra de mayor valor.
Ante la ola de asaltos, les informaron a los vecinos que enviarán un móvil de la Patrulla de Acción Táctica con más policías. No parece que vaya a ser suficiente.