La segunda semana de mayo arrancó con la amenaza de un paro de colectivos en Rosario. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) lo anticipó este lunes debido a un atraso salarial, pero finalmente descartaron la medida de fuerza y garantizaron la continuidad del servicio de Transporte Urbano de Pasajeros (TUP).
El sindicato declaró el estado de alerta a primera hora, ya que el personal de las líneas locales e interurbanas no había cobrado el total de los haberes de abril. Ante esta situación, convocaron a una asamblea en la sede de Bulevar 27 de Febrero al 600 mientras esperaban que las empresas saldaran la deuda.
Cerca de las 16, el panorama se despejó y cesó el temor al paro de colectivos en Rosario. El secretario general de la UTA, Sergio Copello, confirmó: “Los fondos llegaron”.
En una rueda de prensa, el gremialista informó que las compañías ya habían hecho las transferencias pendientes para ponerse al día con los choferes. “El transporte urbano está totalmente garantizado”, sentenció.
La protesta de la UTA se desactivó gracias a la actuación de la Municipalidad, que adelantó un depósito de 150 millones de pesos. El dinero procedente del fondo compensador del TUP permitió resolver la situación que refleja un nuevo problema en torno a la transferencia de recursos nacionales hacia las provincias.
¿Por qué surgió la amenaza de un paro de colectivos en Rosario?
En el inicio de la jornada, Copello señaló que las empresas de colectivos no tenían plata para pagar lo que faltaba de los sueldos de abril en Rosario. Ante la posibilidad de que la patronal se atrasara varios días, la UTA empezó a barajar la posibilidad de un paro en reclamo de la deuda.
El gremialista señaló que el telón de fondo del conflicto no es nuevo. A la hora de rastrear el dinero restante, apuntó que los subsidios nacionales se demoraron por segundo mes consecutivo, a diferencia de lo que ocurrió con la transferencia de los aportes del Ejecutivo local y provincial.