Denuncian envenenamiento masivo de perros y gatos en barrio Echesortu de Rosario

Los vecinos registraron la presencia de un polvo blanco y cajas de veneno para ratas en la vía pública.

Denuncian envenenamiento masivo de perros y gatos en barrio Echesortu de Rosario
Varios gatos y perros fueron asesinados

Un grupo de vecinos de barrio Echesortu denunció este miércoles la aparición de varios perros y gatos muertos por envenenamiento en la cuadra de Río de Janeiro al 900. Indignados y preocupados, decidieron alertar a los residentes sobre las muertes masivas.

“Tomamos conocimiento de esto el lunes de la semana pasada”, contó uno de los vecinos y agregó que, hasta el momento, son tres perros y más de quince gatos los que murieron por la ingestión de un producto tóxico desconocido que les provocaría “una muerte horrible”.

Lo que puso alerta al vecindario fue la presencia de un polvo blanco con “fuerte olor” y varias cajas de veneno para ratas encontradas en la vía pública. Pese a que limpiaron la zona entre todos, las muertes de mascotas siguieron ocurriendo y denuncian que también se pone en peligro la vida de los niños y adultos que transitan por ahí.

Los vecinos hicieron la denuncia al municipio

Puse carteles con una vecina, avisando que tiraron veneno, para que la gente no pase con sus mascotas”, contó otra residente del barrio que además manifestó sospechas de que el asesino habría tirado veneno en los árboles y dentro de una obra en construcción que es frecuentada por los felinos.

Los vecinos pusieron carteles para alertar
Los vecinos pusieron carteles para alertar

Además, la mujer expresó que hizo la denuncia de la situación al Municipio y los agentes “no corroboraron nada”, pese a que es visible el derramamiento de una sustancia blanca que produce picor al acercarse.

Los síntomas de envenenamiento que mencionaron los tutores de los gatos y perros afectados coinciden en que los animales fueron hallados con espuma y sangre en sus hocicos. Sin pistas sobre el autor de la matanza, los vecinos apelaron a que el ejecutor reflexione sobre sus actos, puesto que “detrás de cada animal hay una familia que sufre”.