La investigación por el crimen del taxista Héctor Figueroa, ocurrido el martes por la noche en la zona sur de Rosario, develó que las vainas servidas que se encontraron en la escena pertenecen a personal de la Policía de Santa Fe.
Según los indicios recolectados, Figueroa trasladó a un pasajero hasta Flammarión al 5100 y, una vez allí, un sicario se puso al lado de su ventanilla y le disparó a quemarropa, dándole varios balazos en la cabeza y cuello. Tras el asesinato, los delincuentes huyeron.
Si bien en un principio se habló de la posibilidad de que fuera un homicidio en ocasión de robo, el hallazgo de los objetos personales de la víctima en el lugar dieron por desterrada la opción.
Sumado a eso, recientemente los peritos pudieron determinar que la culata de los cartuchos que alojaban las balas utilizadas para el crimen tenían la inscripción PSF.
El dato no es menor, puesto a que indica que se trata de balas que no se comercializan en ningún local, sino que son entregadas por la provincia a los agentes por medio de las armerías centrales de las distintas Unidades Regionales.
¿Qué dijeron desde la cámara de titulares de licencias de taxis sobre el crimen del taxista?
Respecto al crimen se pronunció esta mañana el titular de Catiltar, José Iantosca, quien aseguró que el asesinato fue un “mensaje” para alguien y recordó: “ayer se dieron dos cosas. Vi publicado en distintos lugares lo que hizo el gobierno provincial con el tema de los presos (las fotos que el Ministerio de Seguridad subió sobre una requisa en el penal de Piñero) y, además, ayer hicimos varias denuncias con respecto a amenazas de muerte relacionadas al tema de Uber. Honestamente no sabemos nada, pero me juego que tuvo que ver con la primera”.
Héctor era padre de dos niños y estaba por casarse con su pareja, que también conducía la unidad violentada. Este miércoles, los choferes finalizaron un paro para exigir justicia y aguardan una reunión con autoridades provinciales.