Los hinchas de Newell’s llevaron adelante este jueves un banderazo para la historia, luego de que el mismo fuera suspendido en los últimos torneos por la pandemia. Una enorme cantidad de gente se hizo presente en el Coloso Marcelo Bielsa para pedirle al equipo un triunfo el domingo, cuando enfrente a Rosario Central en el clásico rosarino. También hubo una celebración en el Obelisco porteño.
Si bien inicialmente se esperaba que la fiesta comenzara a las 19:15, fue tal la magnitud de gente haciendo cola para entrar al estadio que todo se terminó demorando. Desde temprano largas filas de hinchas se acercaron para hacerle el aguante al equipo, y la mayoría recién pudo ingresar pasadas las 19:30.
A pesar de que no había partido, Newell’s había decidido implementar el sistema Tribuna Segura para el ingreso al Coloso. Además de esta medida de control, el Gobierno provincial asignó 144 policías a la vigilancia en el Parque de la Independencia.
Hubo que esperar a cerca de las 19:50 para que saliera el plantel a la cancha, y recibiera una estruendosa ovación, con fuegos artificiales y bengalas de por medio, además de las clásicas banderas y colores rojinegros que siempre los acompañan.
Con ropa de entrenamiento, los jugadores se acercaron a cada costado de la cancha a saludar a los hinchas, que alentaban sin cesar. Algunos de ellos, sobre todo los surgidos de las inferiores leprosas, se plegaron a los simpatizantes y cantaron con ellos, teléfonos en mano para retratar el momento.
La fiesta se prolongó hasta las 20:40, cuando los futbolistas se retiraron entusiasmados por la euforia de sus hinchas, y ya quedaron concentrados en el predio de Bella Vista para el vital choque del domingo en el Gigante de Arroyito.