Las concesiones municipales otra vez quedaron en la mira del Concejo Municipal, luego de que el edil de Compromiso con Rosario, Osvaldo Miatello, denunciara los bajísimos cánones que se pagan en la costa, la falta de adjudicaciones y la ausencia de obras anunciadas.
Muchas de estas irregularidades fueron encontradas en el Parque Náutico Recreativo Ludueña, de Colombres y Nansen, adjudicada en 2011. Allí el pliego correspondiente contemplaba, además de las obras propias del emprendimiento, la construcción de senderos y una bajada pública para embarcaciones.
Pese al continuo pedido desde hace ocho años de parte de navegantes y deportistas que acceden habitualmente al río, estas obras nunca se hicieron sin que el municipio accionara al respecto. Pero además, Miatello remarcó la enorme diferencia entre las camas náuticas y amarras que el municipio señalaba (350 y 200 respectivamente) y las que la empresa publicitaba (800 y 140).
"En relación a esos números y teniendo en cuenta que el alquiler de una cama náutica ronda los $5.000, la empresa estaría percibiendo como mínimo -teniendo en cuenta el número del municipio, de 350 camas- una cifra de $1.750.000, totalmente alejada del canon abonado, que en 2018 fue de $38.049 mensuales", aseveró el concejal.
Por otro lado, mencionó las serias falencias de tres bares ubicados en la zona de Jujuy, Entre Ríos, Corrientes y la barranca sobre el río Paraná, que funcionan sin concesión vigente y se desconoce la relación jurídica entre el municipio y los comercios allí instalados. Tampoco se sabe el canon que abonan por el uso de espacios e inmuebles y la explotación comercial.
"Allí rigió un contrato de concesión hasta 2013, pero en 2016 dictó una resolución donde disponía la toma de posesión del inmueble y la notificación a los sublocadores de que sus habilitaciones habían caducado y que contaban con un plazo de 60 días para restituir los inmuebles", indicó el edil.
Llama la atención que en un lugar tan codiciado se deje pasar semejante irregularidad. Además, un dato no menor es que la empresa concesionaria abonaba en 2012 un canon de 1% de su facturación, que en 2012 alcanzaba los $3.500.
Otra licitación comprometida es la de la guardería náutica que se encuentra lindera a la Estación Fluvial. En este caso, el primer pliego de licitación se presentó en 2013 pero no tuvo resultados positivos, por lo que en 2017 se llamó nuevamente a licitación, presentándose un único oferente.
El pliego para esta zona establecía un canon de $71.000, y contemplaba diversas obras: guardería para 336 embarcaciones, construcción de oficinas administrativas, talleres, baños públicos, estacionamiento y locales comerciales. Pero además, incluía crear un nuevo Paseo Público y disponer de un sector de amarra pública para descenso y reaprovisionamiento de embarcaciones, ambos espacios de acceso libre para todos los vecinos y vecinas.
"A casi seis años de iniciado el proceso de licitación de una de las zonas más valiosas de la ciudad se desconocen los motivos que impiden la adjudicación y la puesta en marcha de las obras proyectadas", cerró.