La Secretaría de Control Municipal debió suspender y desalojar una fiesta privada en barrio San Eduardo tras las reiteradas denuncias de vecinos por ruidos molestos.
La fiesta se realizó en un domicilio particular ubicado en Américo Tonda al 9100. Según el municipio, en el lugar "se estaban produciendo algunos hechos que rompían la normal convivencia del vecindario". En consecuencia, agentes de la Guardia Urbana Municipal con la orden del juez y colaboración de la policía, procedieron al desalojo.
En tanto, desde la Secretaría de control explicaron que “la difusión de música a niveles elevados y los deliberados gritos produjeron varias denuncias por parte de los vecinos".
No es la primera vez que ocurre un hecho de estas características. El pasado 28 de enero desalojaron un evento realizado en una casa de Ricchieri al 300, donde se habían reunido 500 personas.