La Serenísima anunció el cierre de su planta de Rufino debido a la brusca caída en la producción nacional de leche. La unidad que solía procesar 700 mil litros diarios de leche había bajado su nivel hasta 40 mil en las últimas semanas.
Mastellone Hermanos, firma que controla La Serenísima, anunció que la medida está prevista para el 31 de julio, debido a la caída constante en el ingreso de materia prima.
"Una conjunción de varios factores provocó una importante caída en la producción nacional, afectando el nivel de actividad de todo el sector en general y de nuestra empresa en particular. Como consecuencia de ello, la planta no está en condiciones de procesar la cantidad mínima de leche para ser sustentable operativamente", indicó la firma mediante un comunicado.
Por otro lado, también cuestionó a empresas "que operan en la marginalidad", así como a las recientes inundaciones que dejaron a las usinas lácteas en niveles de producción críticos, similares a mediados de los '90.
Hace siete años, la planta Rufino de La Serenisima procesaba unos 700 mil litros diarios de leche. Cuatro años después descendió a 400 mil litros y ahora está en niveles mínimos de 40 mil litros por día.
En lo que respecta al personal de planta, la compañía ofreció reubicarlos en otros establecimientos de la firma.
Además de La Serenísima, Sancor reconoció a fines de enero inconvenientes para operar con normalidad.