A un año de la creación del Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes, más de 106.000 empresas adhirieron al mismo y abonaron un 17% menos que si hubieran continuado en el régimen general del impuesto sobre los ingresos brutos.
"Cuando impulsábamos esta creación dijimos que simplificaría las cosas para los pequeños contribuyentes. Iba a implicarles menos carga burocrática e iban a pagar menos impuesto. Esta adhesión masiva y rápida, como también el beneficio tangible que hoy podemos determinar con números concretos, es una clara muestra de que lo hemos hecho realidad", expresó Gonzalo Saglione, ministro de Economía de la provincia.
Antes de la creación del régimen simplificado, el pequeño contribuyente debía hacer cada mes una liquidación impositiva, lo cual conllevaba una combinación de cálculos para lo cual debía utilizarse un software especial. Luego, era necesario presentarla como declaración jurada mensual y pagar el importe en una entidad bancaria.
Ahora, la determinación del impuesto es efectuada automáticamente por API una sola vez al año y en base a los datos de categorización que aporta vía internet el contribuyente. De esta forma, cada persona tiene especificado a principio de años el importe que deberá abonar cada mes.
Durante enero tuvo lugar el proceso de recategorización anual por el cual los pequeños contribuyentes, en forma online, redefinieron la categoría de tributación a la que pertenecen. Como resultado, un 20% incrementaron la categoría en la cual tributan, mientras que un 5% la bajó.
"La Administración Provincial de Impuestos (API) procedió a actualizar los importes de ventas anuales que definen cada una de las categorías del impuesto, aumentándolas un 25%. De esta forma, nos aseguramos que solo deban subir de categoría aquellos que tuvieron incrementos de ingresos por encima de la inflación”, agregó el secretario de Finanzas e Ingresos Públicos, Pablo Olivares.