Siguen los tiempos turbulentos en Newell's. Al poco tiempo que haber saldado las deudas de temporadas anteriores, otra vez el club entró en rojo porque todavía no pagó a jugadores y empleados. A su vez, se aguarda una definición judicial sobre la polémica asamblea del miércoles.
Después de la cancelación del acuerdo con TBS, y tras muchas idas y vueltas, la dirigencia acordó con Umbro para que sea el proveedor de la indumentaria por los próximos dos años, con opción a dos más.
El primer año, que comenzará en enero de 2018, Newell's cobrará $7 millones y el segundo alrededor de $8,5 millones, más un número de prendas deportivas. Ante la falta de dinero, se le pidió un adelanto a la firma que entregó cheques.
Como el juez Bellizia todavía no dio el ok, el club todavía no pudo cobrarlos y así se retrasó el pago salarial a empleados y futbolistas. La idea es que para el martes esté todo resuelto.
Mientras tanto, y en medio de la renuncia de los integrantes de la comisión fiscalizadora, el magistrado instuyó al órgano fiduciario que controla al club que le oficie a la Inspección General de Personas Jurídicas (IGPJ) la situación de la asamblea.
El encuentro en el que se debía discutir la memoria y balance de la temporada pasada, terminó en escándalo, sillazos y heridos. Pese a la salida de la oposición, el oficialismo aprobó igual estos puntos pero la IGPJ debe resolver si este accionar tuvo o no validez.
En el plano deportivo, el plantel entrenó y almorzó en Bella Vista. Luego emprendió el viaje a Capital Federal para enfrentar a Vélez este sábado a las 18.