El Servicio Penitenciario de la Provincia de Santa Fe requisó este martes la celda de Pablo Nicolás Barreto en Piñero para secuestrar un teléfono celular en su poder. Según denunció una de las víctimas, el violador serial tenía acceso a Instagram para subir fotos y mensajes desde prisión.
Las publicaciones en la red social tomaron estado público a partir del testimonio de la mujer sobre el joven que la asaltó y la manoseó en uno de los nueve episodios por los que fue condenado. Los guardiacárceles de la Unidad 11 se llevaron el móvil luego de un operativo para prevenir problemas con el resto de los internos.
Según informó Rosario3, el dispositivo quedó a disposición del Ministerio Público de la Acusación (MPA) para realizar peritajes e investigar las irregularidades. La intervención quedó a cargo de la unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, la misma que recopiló los testimonios de abusos y robos por los que el repartidor aceptó una pena de 20 años de prisión efectiva.
Más allá de que ya está cumpliendo la sanción, quienes padecieron a Barreto advirtieron que se jactaba de seguir activo online a pesar del encierro e incluso buscaba nuevas víctimas.