Un grupo de jóvenes comenzó hace tiempo el armado de una feista clandestina para recibir el Año Nuevo en un predio ubicado sobre la Ruta A012. Sin ninguna autorización, control, seguridad ni pago de ningún tribunto, el festejo debió cancelarse, sin embargo los estafadores se quedaron con un millón de pesos de la venta de entradas y el dinero no aparece.
La fiesta se promocionaba en redes sociales como "La Mansión" e iba a realizarse en la mencionada zona, en jurisdicción de San Lorenzo. Pero jamás alguien de la organización pidió permiso para realizarla, ni previó ningún tipo de control, ni -por supuesto- abonó los tribuntos correspondientes.
Eso sí, se apuraron a vender unos 2.000 tickets a un valor de $500, con lo que la recaudación asciende al millón. Las entradas eran comercializadas por "promotores", una figura sin ningún tipo de sustento legal para una fiesta que era totalmente ilegal.
Posteriormente, y por cuestiones climáticas y falta de autorización, se anunció por redes sociales que el festejo se trasladaría al boliche "Fulana" de Capitán Bermúdez. Sin embargo desde ese municipio advirtieron que no estaba autorizada ninguna fiesta para el Año Nuevo, lo cual despertó la ira de los daminifacados.
En pocas horas las redes sociales estallaron con quejas contra los organizadores, que empezaron a echarse la culpa mutuamente. Dos de ellos fueron a la policía para dejar constancia de que habían desistido de organizar el evento, y responsabilizaron a otros tres que continuaron vendiendo tickets, y quedándose con el dinero, cuando ya sabían que no podían realizar el festejo. Ya hay una causa abierta en la Justicia de San Lorenzo, según SL24.