Oscar Pardini, el hombre acusado de violar en Casilda a sus hijas y ser el padre de su nieta, concebida producto de los abusos, fue condenado este martes a 25 años de prisión.
Los jueces Carlos Pareto, Ignacio Vacca y Juan José Tutau lo declararon culpable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal y gravemente ultrajante, ambos agravados por el vínculo y por el aprovechamiento de convivencia.
El caso trascendió en 2017, momento en que su nieta hizo público a través de Facebook el horror que le había tocado vivir a su madre.
Sin embargo, el hombre era conocido en la ciudad por devoción católica. "Para la iglesia de Casilda venía Dios, Jesús, Oscar Pardini y San Pedro", indicó en su testimonial una tía de las víctimas.
Y sustentado en esta imagen pública negó todas las acusaciones, argumentando que una de sus hijas había quedado embarazada al entra en contacto con semen en una pileta. Además, llegó a sostener que la acusación en su contra era "un circo armado".
Pero esto no coincidía con el testimonio de su hijo que aseguró: "Cuando vivía con ellos hubo momentos donde dormía con un ojo abierto porque tenía miedo que me mate".
Más allá de los testimonios de sus hijos, hubo una prueba que resultó clave para desbaratar su defensa. Una prueba de ADN confirmó que su nieta, en realidad era su hija.
Los fiscales de la causa, Marianela Luna y Emiliano Ehret, habían pedido, en coincidencia con la querella, 33 años de condena para Pardini.