Un hombre de 67 años fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión por haber asesinado a tiros a otro de 36, a quien aparentemente conocía de una sala de juego clandestino.
El tribunal, integrado por los jueces Carlos Pareto, Marisol Usandizaga y Jesús Rizzardi, condenaron a Jorge Enrique Van Autenboer (67) a 10 años y 8 meses de prisión efectiva por el delito de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego" en perjuicio de Leandro Brizzola (36).
Según la sentencia, el condenado continuará en prisión domiciliaria -condición en la que llegó al juicio oral- hasta que la pena quede firme. El crimen de Brizzola, un comerciante dedicado a la venta de chacinados, ocurrió la madrugada del 17 de noviembre de 2017 en Casilda.
De acuerdo a lo ventilado en el juicio, esa madrugada el imputado descendió de su vehículo en el playón de una estación de servicios y, tras una discusión, le disparó en cuatro oportunidades a la víctima.
Brizzola recibió dos impactos en el brazo derecho y dos "en línea media axilar que ingresaron al tórax" y le causaron la muerte cuando llegó a un hospital de Casilda. El atacante se retiró en su automóvil y fue detenido un rato después del crimen mientras ingresaba a su domicilio, indicaron los voceros.
De acuerdo con los testimonios ofrecidos durante el juicio, Van Autenboer y Brizzola estuvieron la noche del crimen en el Casilda Club, en cuyas instalaciones funcionaba una sala de juego clandestino.
Van Autenboer fue conserje del bufet del club pero había dejado esa tarea en uno de sus hijos, y conocía del garito a la víctima, con quien no mantenía una buena relación. Una hija del ahora condenado había denunciado a Brizzola por amenazas con anterioridad al homicidio, según se conoció en el juicio.
Finalmente, el tribunal encontró culpable al imputado y lo condenó hoy a 10 años y 8 meses de prisión.