Decir Miramar de Ansenuza es decir flamencos. Es imposible no relacionar la localidad a la presencia de estas aves que tiñen de rosa el paisaje y se constituyen en uno de los atractivos principales de este destino turístico, dada la cantidad que se encuentran en sus costas y lo cerca que se pueden apreciar.
Tan significativos son los flamencos en Miramar que desde la década del ´60, en el ingreso a la localidad se ubica un gran flamenco dando la bienvenida a los turistas que llegan de distintas partes del país y del mundo.
"Fue el único flamenco esponsorizado de la región", cuenta Mariana Zapata, historiadora local. "De un lado estaba el flamenco y del otro, el cartel de vinos Luchessi; y de una punta a la otra se leía la palabra BIENVENIDOS", recuerda Mariana.
El flamenco, de más de cuatro metros de altura, fue construido en el taller de Mario Ryser, y con el paso del tiempo la palabra se sacó quedando en pie solo la figura del ave, que todos los años es acondicionado para recibir a los turistas de la mejor manera.
Esta mañana, el flamenco se vio renovado en sus colores para dar la bienvenida a los visitantes que cada temporada eligen a Miramar de Ansenuza para su descanso vacacional.