A raíz del convenio que firmó el municipio de Río Gallegos con la empresa Nueva Santa Cruz para la gestión y operación de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos, el dirigente radical Carlos Ziehlke manifestó públicamente que es una medida «grave e irresponsable» del Intendente Pablo Grasso.
«Entregarle la concesión de la planta de reciclado a una empresa que se formó hace menos de un año, de la que nadie conoce su trayectoria, su capacidad técnica, ni mucho menos el monto por el que se llega a este arreglo es una acción descarada de parte del Intendente con todos los vecinos de Río Gallegos» manifestó una de las máximas autoridades partidaria del Comité Provincia de la UCR.
Recordemos que la firma a la que Pablo Grasso le cedió el manejo de los residuos sólidos urbanos de la ciudad capital fue inscrita en julio del 2019 por Christian Ruffa y Fabián Artieda bajo la figura de Sociedad Anónima Simplificada.
«El Intendente no sólo arremete contra los empleados municipales que estuvieron capacitándose a la espera de que la planta se pusiera por fin en funcionamiento, sino que además en un acto de hipocresía les agradece por haber puesto el hombro en momentos de caos. ¿Acaso no cree que una forma de recompensarlos sería dejándolos trabajar ahora como corresponde?» enfatizó Ziehlke.
Vale destacar que Fabián Artieda, uno de los socios gerentes de «Nueva Santa Cruz», dijo que en una primera etapa trabajarán 10 personas en dos turnos y que luego se irán incorporando más trabajadores. Es importante además resaltar que la empresa tendrá la responsabilidad de manipular y clasificar los residuos ingresados entre los que se incluyen desechos peligrosos y venenosos.
«Acá no estamos hablando solamente de contratos espurios a espaldas de los vecinos aprovechando una situación de emergencia como es la pandemia. Estamos diciendo que el Intendente pone en riesgo la salud de los riogalleguenses al encargarle el tratamiento de residuos tóxicos a una empresa que no tiene ningún tipo de antecedentes ni referencias en la materia. Es un accionar muy grave e irresponsable que esperamos se pueda rever» expresó Ziehlke.