Durante los días previos a las festividades, diversas dependencias municipales sufrieron una serie de robos y actos vandálicos que evidencian un preocupante nivel de inseguridad. El nuevo gobierno local se enfrenta a la urgente necesidad de replantear las medidas de seguridad para proteger los espacios públicos.
En un preocupante patrón de incidentes, la ola de robos comenzó el 11 de diciembre de 2023 en el relleno sanitario, donde delincuentes sustrajeron un transformador eléctrico y cables. Este hecho, aunque sin una fecha precisa, fue detectado ese día, marcando el inicio de una serie de eventos similares.
El 15 de diciembre, la Plaza Hernández en el barrio Martín Fierro fue escenario de un robo de cables frente a la vecinal, seguido el 23 de diciembre por el ingreso a la Federación de Vecinales, donde ladrones se llevaron un teléfono celular, dos pavas eléctricas y un ventilador de pie tras entrar por una ventana del patio.
La víspera de Navidad no trajo paz a la Vecinal Villa del Parque, que sufrió un robo de mercadería mediante el ingreso por una ventana. El 25 de diciembre, la Secretaría de Educación experimentó la rotura de un ventanal sur, con la sustracción de un celular y la generación de un caos interno.
Otro de los focos de interés fue el barrio 2 de Abril. Allí, su centro de salud también fue víctima de los delincuentes. Así, debido al corte de la cadena de frío, se debieron perder medicamentos y vacunas que son vitales para la comunidad rafaelina.
El Barrio Mora enfrentó actos vandálicos el 27 de diciembre, con lanzamiento de piedras y vidrios rotos en la Vecinal. El último día del año fue testigo de múltiples incidentes: en la Vecinal Fasoli, a pesar de no haber robos, se registraron destrozos y desorden; en la Vecinal 9 de Julio, ingresaron por un patio, robaron cables y causaron destrozos; y nuevamente en la Vecinal Villa del Parque, robaron reflectores y cables del patio.
El galpón de calle Acuña, utilizado para guardar motos destinadas a compactación, no fue la excepción. El 31 de diciembre, tras romper candados, se perpetró un nuevo ingreso, repitiendo así una situación ya vivida al inicio de la gestión, donde robaron cables.
Este alarmante escenario revela niveles de seguridad nulos o muy bajos en diversas dependencias municipales. Destaca el desinterés de la gestión saliente, ilustrado por la Oficina de Licencias de Conducir, que fue blanco de al menos seis robos en los últimos tres meses. Se ha tenido que destinar personal para custodiar el lugar, evidenciando la falta de medidas preventivas.
Ante esta situación, la nueva gestión encabezada por Viotti, se enfrenta al desafío crucial de replantear las estrategias de seguridad para salvaguardar el patrimonio y la integridad de las dependencias municipales, asegurando la tranquilidad de la comunidad en el ejercicio de sus servicios.