Prisión preventiva domiciliaria por 90 días para el camionero que mató al motociclista

El conductor santiagueño de 69 años presentó una increíble justificación de la maniobra que terminó con la vida del hombre de 35 años.

Prisión preventiva domiciliaria por 90 días para el camionero que mató al motociclista
Un camión chocó una moto y hubo fuego

El juez de la Investigación Penal Preparatoria, Nicolás Stegmayer, dictó la prisión preventiva domiciliaria por 90 días para Héctor Goro, un santiagueño de 69 años, acusado de “homicidio doloso agravado por conducción imprudente y antirreglamentaria y por no respetar la señal del semáforo”. El accidente fatal, ocurrido el miércoles 7, terminó con la vida de Guillermo Mastricchio, producto de las lesiones recibidas, horas más tarde en el Hospital de Rafaela.

El fiscal Guillermo Loyola había presentado el pasado viernes 9 pruebas que justificaban su acusación: las cámaras de videovigilancia de la ciudad mostraban que la moto que conducía Mastricchio, que venía de sur a norte, lo hacía en onda verde. Y que el camión no respetó el semáforo que (ya) impedía el giro a la izquierda en el sector (Av. Zóbboli y Av. Ernesto Salva, de norte a sur). Producto de la maniobra imprudente, la moto chocó el camión.

En un primer momento, en el lugar, las versiones indicaban que el camionero aseguraba que había girado en verde. Pero esto no fue ratificado en sede judicial: Goro hizo uso de la palabra y contó que sufre de una serie de afecciones -problemas cardíacos y de columna- y que, como consecuencia de ello, había tenido una descompostura, con pérdida de la visión y del conocimiento, que le llevó a realizar esa maniobra.

El fiscal Loyola, en diálogo con la prensa, luego de la audiencia de medidas cautelares, rechazó este argumento: “Yo planteé que no le creía esa versión al imputado porque la mecánica del hecho y la trayectoria que tuvo el camión luego de que se produce la colisión con la víctima, me indican todo lo contrario”, explicó a LT28.

Lo cierto es que Stegmayer decidió la prisión preventiva (por las posibilidades de riesgos procesales) pero domiciliaria, por la condición sanitaria del acusado, como así también su edad (69 años).