Rafaela tuvo relevancia nacional en la semana pasada por dos temas. Ninguno de ellos, grata. Y, por ninguno de ellos, el Concejo Municipal se hizo eco: ni presentó algún proyecto y ni siquiera hizo alusión a alguno de estos puntos, al inicio de la sesión ordinaria del jueves pasado.
El martes pasado, la Fiscalía logró la prisión preventiva de 11 personas, por una asociación ilícita, liderada por Evelio “Yiyo” Ramallo, desde cualquiera de las cárceles en donde estuviera detenido. Su madre, su hermana, su actual pareja y otras mujeres que tuvieron relación sentimental con él forman parte de la “empresa” que le ponía precio a la vida: $150.000 por matar y un “plus” de $50.000 más si las balas tocaban la cara del objetivo. Días más tarde, una integrante de la banda terminó siendo detenida en Mar del Plata. Y Crónica TV se hizo eco de la búsqueda de Tamara San Lorenzo, “La Gringa Jara”. Aunque la historia que contó no tenía datos ciertos, no fue el único medio nacional que hizo referencia al tema: La Nación, Radio Rivadavia, La Voz del Interior fueron solo tres de los muchos medios que hablaron del tema. En las dos audiencias se cortaron calles, se usaron patrulleros, perros, armas, oficiales, como nunca se había visto hasta ahora.
Un día después, media ciudad se despertó sobresaltada por una explosión. Había volado una torre de destilación de una de las plantas de explosivos de Austin Powder. Eran las 2.27 de la mañana cuando resultaron heridas tres personas: una de ellas se recuperó rápidamente, mientras otras dos debieron recibir asistencia médica, hasta quirúrgica. “Rafaela” fue tendencia en Twitter esa madrugada. La empresa aclaró que la nube de humo que se vio no era tóxica. Y dos vecinales empezaron a recoger denuncias de daños por parte de los vecinos, mientras que le exigían a la empresa que les diera explicaciones sobre lo ocurrido.
Todo esto no pareció afectar el normal transcurso de la semana del Concejo Municipal. El jueves comenzó la sesión sin que ninguno de los concejales presentara un proyecto reclamando una reunión con Austin Powder, ni a representantes del Ejecutivo para saber cuáles eran los protocolos de emergencia que tiene la ciudad (que los tiene y funcionaron muy bien), ni otras preguntas que pudieran surgir. Tampoco hicieron lo mismo para reclamar a la Provincia o a la ciudad por mayor seguridad. Ni siquiera, para golpear el hombro de los tres fiscales que encararon las audiencias con el operativo de seguridad más grande de la historia de la ciudad. Nada.
Podrían decir que tuvieron poco tiempo para presentar algo. En tal caso, fueron más operativos las comisiones vecinales del Guillermo Lehmann y del Luis Fasoli. Pero incluso, si la excusa de la burocracia fuera cierta, podrían haber usado los minutos iniciales para hacer referencia a alguno de estos temas. No lo hicieron. Sólo María Alejandra Sagardoy habló (muy correctamente, y como corresponde) sobre el Día Internacional de la Mujer. No era esto o lo otro: eran las dos cosas. O, mejor dicho, las tres.
Desde la primera sesión, y copiando a sus pares del Congreso de la Nación, la oposición tiene en sus atriles una bandera de Ucrania, en solidaridad al país europeo por la invasión rusa.
Lejos de querer negar la solidaridad internacional, la jurisdicción de los ediles está en Rafaela y no allí. Esperemos que empiecen a ver más qué ocurre en nuestras calles.