A un año de la primera cuarentena que puso en jaque al país por la pandemia, estudiantes puntaltenses nos cuentan sus experiencias.
Carlos Joaquín tiene 11 años, finalizó sus estudios primarios en la escuela Nº4 (Quintana y Roca) en el año 2020, en la actualidad cursa su primer año en la Escuela Secundaria Media Nº1 y nos contó que, “fue un año muy complicado, porque tuvo que adaptarse a la virtualidad. Él nunca había usado una computadora”.
Agregó, “Pasar de año fue dificultoso, porque tenía que organizar mis tiempos con las tareas y con la ayuda de mis padres que trabajaban los 2 por ser trabajadores esenciales. Extrañé a mis compañeros y a mis Señoritas, el no poder hablar con ellos y verlos estando en el último año. Fue un año muy triste y estaba preocupado porque dejé hasta el deporte, hacía básquet. Mi vida cambio y mucho. Hoy estoy tratando de adaptarme a lo nuevo y veremos como seguimos”.
Leonel tiene 16 años, va a la escuela de Educación Secundaria Técnica Nº1 y cursa 5to año división 4ta, especialidad Electromecánica. El adolescente nos habló sobre el comienzo de la cuarentena. “A través de los medios me enteré que había un virus y después la escuela se comunicó con nosotros para indicarnos cómo íbamos a estudiar. A partir de ahí cambió todo, en especial con las materias como matemáticas donde no entendía mucho y se dificultaba con la virtualidad”, expresó.
Continuó, “otra de mis modificaciones fue el no ver a mis amigos, el aislamiento, dejar mis actividades. Fue todo muy repentino y costó. Hoy me siento mejor, tenemos menos restricciones y puedo a través de las clases presenciales sacarme dudas con los profesores. Además, ver a mis amistades y a toda la familia”.
Gabriela tiene 24 años y cursa 4to año de la Licenciatura de Enfermería en la Universidad Nacional del Sur en Bahía Blanca. Comenzó indicando que, " a través de los portales digitales en Facebook se enteró de la cuarentena”.
“No cambiaron mucho las cosas, pero al estudiar una carrera relacionada con la salud, me vi perjudicada fundamentalmente en las Prácticas Hospitalarias algo fundamental para poder seguir avanzando en lo académico. Las clases se dieron virtuales, con herramientas como Zoom, Meet, que facilitaron los encuentros e hicieron más amena la cursada. Pero igual nunca va a ser lo mismo que lo presencial, el encuentro con los compañeros y los educadores”, agregó.
Indicó, “resultó y resulta una experiencia que pudo haber sido mucho peor, si no contara con los recursos tecnológicos y el acceso a internet, que es algo super importante y no todos tienen la suerte de acceder. Así que me siento bien en parte por poder continuar con la estudiando, aunque a veces se haga difícil encontrar el espacio en casa o escuchar las clases, ya que el entorno no siempre presta las comodidades de un aula de una Universidad. Hay que amoldarse a las personas con las que convivís y las distintas actividades cotidianas que se desarrollan en el hogar”
“En lo más personal, al principio, por la cuarentena obligatoria se tuvo que modificar sobre todo las reuniones con la familia. En vez de juntarnos a tomar mates en una casa, lo hacíamos por videollamada, así también pasaron cumpleaños, eventos, entre otros”.
“Con los amigos, si bien fue medio incómodo al inicio, uno se va adaptando rápido, más aún cuando por los horarios y las distintas actividades que manejamos, no es habitual poder juntarse siempre, sino más bien se mantiene el contacto por las redes, mensajes de WhatsApp, videollamadas, entre otros”.
“En la actualidad continúo estudiando pero con más libertad y logrando mis metas de apoco”, finalizó.