El martes por la tarde falleció Mario Piantanida, “el relojero del pueblo” como muchas veces solía autodefinirse. Llevaba varios días internado a causa de COVID y se transformó en la víctima 65 en Coronel Rosales a causa de la pandemia.
Mario había nacido el 27 de agosto de 1.954, padre de 3 hijos estuvo ligado a la cultura local como baterista en los inicios del rock en Punta Alta, pero también con el transcurrir de los años dio parte de su tiempo a la función pública.
Ligado a la Integración Vecinalista Rosaleña estuvo cerca del gobierno municipal de aquellos años y supo desempeñarse como director de Zona Franca Bahía Blanca - Coronel Rosales.
Pero sin dudas fue el sector comercial donde fue más admirado y querido, primero en el ya desaparecido Banco Vallemar y por sobre todo en su relojería de Colón al 300 por la que tantos puntaltenses pasaron.
Para comprar, para grabar algo, para reparar un reloj o simplemente para una charla amiga puertas adentro del local o en la vereda, donde casi cada auto que pasaba por la puerta saludaba de un bocinazo, un grito o simplemente con una seña de manos o sacando el brazo por la ventanilla.
A veces las muestras de dolor ponen a todos del mismo lado, y en las redes sociales fue lo que paso con Mario Piantanida las expresiones de tristeza fueron unánimes para saludar y recordar a Mario, “el relojero del pueblo”
Desde la política, los medios, el deporte, la cultura y diversos ámbitos de la sociedad puntaltense se multiplicaron las muestras de afecto a Mario.