La construcción vive uno de sus momentos más críticos en Misiones. Según datos oficiales del IERIC, la provincia cuenta hoy con apenas un tercio de los trabajadores registrados que tenía en sus mejores años y la mitad de los que tenía hace solo dos.
La drástica caída del empleo acompaña la paralización casi total de la obra pública y el freno creciente de la obra privada.
Oscar Marelli, delegado en Misiones de la Cámara Argentina de la Construcción, advirtió que las compañías que aún permanecen activas solo logran subsistir gracias a trabajos menores contratados por el Estado provincial, principalmente tareas de mantenimiento. Nación, en cambio, retiró prácticamente toda su inversión en infraestructura, lo que congeló la actividad desde hace dos años.
El deterioro también alcanzó al sector privado, donde la suba constante de costos y la falta de actualización en los valores del metro cuadrado frenaron nuevos desarrollos y llevaron a suspender proyectos ya planificados.
Como consecuencia, la demanda de mano de obra se redujo al 30% de los niveles históricos y muchos operarios quedaron sin empleo. Ante este escenario, algunos recurren a trabajos particulares de refacción, mientras que otros decidieron migrar a Brasil o Paraguay en busca de mejores oportunidades.


































