Desde su lanzamiento en acceso anticipado el 26 de febrero de 2025, R.E.P.O. se convirtió en uno de los títulos más jugados en Steam. Esto salta a la vista al buscar la plataforma de videojuegos en la herramienta de Google Trends, donde el juego más buscado en los últimos 90 días es R.E.P.O.
Desarrollado por el estudio sueco Semiwork, este juego cooperativo de terror propone una experiencia intensa: recuperar objetos valiosos en instalaciones generadas aleatoriamente, mientras los jugadores enfrentan amenazas que se vuelven cada vez más letales.
Cuál es la diferencia entre R.E.P.O y Poppy Playtime
La comparación con Poppy Playtime surge casi de manera inevitable. Ambos juegos comparten una estética de horror industrial, criaturas grotescas y una narrativa ambiental que se despliega a medida que el jugador explora. Si en Poppy Playtime nos adentrábamos en una fábrica de juguetes abandonada repleta de horrores, en R.E.P.O. nos internamos en instalaciones peligrosas en busca de tesoros, esquivando peligros que remiten a los juguetes vivientes de Playtime Co.
La jugabilidad de R.E.P.O. pone el foco en la cooperación: los jugadores deben recolectar objetos mientras gestionan el riesgo creciente de ser atrapados. Con el paso del tiempo, la tensión sube, obligando a tomar decisiones rápidas y estratégicas. Esta dinámica remite a las persecuciones y acertijos de Poppy Playtime, aunque adaptada a una experiencia multijugador que potencia el terror a través del trabajo en equipo.
La fórmula funciona. Con más de 100,000 reseñas “abrumadoramente positivas” en Steam y un pico de 230,000 jugadores simultáneos durante su primer fin de semana, R.E.P.O. se posiciona como un fenómeno dentro del género. Además, su éxito en plataformas como Twitch y YouTube demuestra el creciente interés del público por experiencias de horror cooperativo, donde los sustos y la estrategia van de la mano.
Todo indica que R.E.P.O. no solo recoge la herencia de Poppy Playtime, sino que también la reinventa para una nueva generación de jugadores que buscan compartir el miedo... pero siempre en buena compañía.
