El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó este domingo por la noche a la Argentina en una visita oficial que incluirá la firma de acuerdos bilaterales y encuentros con el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner.También participará de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), marcando el regreso del vecino país a ese foro.
El canciller Santiago Cafiero recibió a Lula, quien viajó acompañado por una nutrida comitiva, entre ellos importantes funcionarios, en la Aeroestación Militar del Aeroparque Jorge Newbery en Buenos Aires.
Entre quienes recibieron al presidente brasileño estaba también el embajador argentino en Brasilia, Daniel Osvaldo Scioli.
Fernández y Lula firmaron una declaración conjunta contra el “lawfare”
Los mandatariosa firmaron una declaración conjunta en la que cuestionaron las “persecuciones por razones políticas y el lawfare”, en medio del juicio político que impulsa el Gobierno contra los jueces de la Corte Suprema de Justicia.
En un documento de 82 puntos que presentaron este mediodía en la Casa Rosada y al que tuvo acceso el diario Clarín, los mandatarios resaltaron “el insustituible rol que las instituciones judiciales poseen en sus ordenamientos constitucionales como garantía de los derechos de las personas frente a las persecuciones por razones políticas y el lawfare”.
“Los sistemas republicanos de gobierno necesitan que las instituciones judiciales mantengan su independencia e imparcialidad frente a los intereses económicos, políticos y mediáticos”, agregaron en el documento.
Tras una reunión bilateral en el marco de la visita oficial de Lula a la Argentina, los jefes de Estado presentaron la declaración y luego encabezaron una conferencia de prensa.
Por Argentina pasó (Mauricio) Macri y por Brasil (Jair) Bolsonaro. Tenemos desafíos parecidos. El primero es consolidar democracia e instituciones. Desde Argentina vamos a estar siempre a tu lado y no vamos a dejar que ningún delirante ataque las instituciones de Brasil, que ningún fascista se lleve de arriba el ataque a la soberanía popular”, comenzó Alberto Fernández su discurso.
En este punto, Da Silva pidió “disculpas al pueblo argentino por todas las groserías y ofensas” que le dijo Bolsonaro al presidente Fernández.
“Le pido disculpas al pueblo argentino por todas las groserías que dijo el último presidente de Brasil, un genocida considero yo, y todas las barbaridades que dijo a Alberto. Un país grande como Brasil, un país con 6 mil kilómetros de fronteras con América del sur, no tiene el derecho de construir enemigos”, agregó.
Lula da Silva llegó a Argentina
El avión de la Fuerza Aérea Brasileña tocó tierra argentina poco después de las 21 y alrededor de las 21.20 Lula descendió por la escalerilla, para ser recibido por la comitiva oficial argentina y la fanfarria del Regimiento de Granaderos.
Antes de partir hacia Buenos Aires Lula puso en funciones como presidente interino al vice Geraldo Alckmin, quien estará en el cargo hasta el miércoles, y le deseó “buen trabajo”.
Después tuiteó: “Embarcamos hacia Argentina, luego Uruguay. Mañana participo en la Celac. Reanudemos los lazos. Brasil regresa a la escena internacional y trabajará para fortalecer el Mercosur”.
Tras la llegada, Lula y los funcionarios brasileños y argentinos se retiraron raudamente rodeados por un operativo de seguridad.
“Tendrá un gran programa por delante”, adelantó el embajador Scioli. “Mañana tendrá una agenda muy activa, con una declaración conjunta que señala todos los objetivos para esta nueva etapa de relanzamiento y fortalecimiento de la alianza estratégica”, explicó el diplomático y político argentino.
Una moneda común entre Brasil y Argentina
Fernández y Lula confirmaron, además, que avanzan en la creación de una “moneda sudamericana común” en el marco de la “alianza bilateral”; reivindicaron “la paz y la democracia” y condenaron el “extremismo antidemocrático y la violencia política” en la región.
Los mandatarios publicaron un texto conjunto en el dominical Perfil, en el cual indicaron que decidieron “avanzar en las discusiones sobre una moneda sudamericana común que pueda usarse tanto para los flujos financieros como comerciales, reduciendo los costos operativos y nuestra vulnerabilidad externa”.
E instaron a “simplificar y modernizar las reglas y fomentar el uso de las monedas locales” para, así, “superar las barreras” en los intercambios.