La CGT junto a las dos CTA, partidos de izquierda y movimientos sociales realizaron este miércoles una concentración en la Plaza de los Dos Congresos en rechazo a las políticas del Gobierno nacional y en apoyo a los reclamos de los jubilados. La movilización forma parte del plan de lucha por 36 horas que lanzó la central sindical y que tiene el foco principal en el paro general de este jueves.
Al arribar a la plaza encabezando la columna de su gremio, el cosecretario General de la CGT, Héctor Daer, justificó la marcha ante la pérdida de poder adquisitivo de jubilados y trabajadores y la falta de diálogo del gobierno nacional.
“Es un momento crucial para que el Gobierno reflexione sobre temas que son sensibles para la sociedad como lo son los ingresos de los trabajadores y de los jubilados y que no pueden seguir siendo el eje central del ajuste”, afirmó el líder del sindicato de la Sanidad.
Daer afirmó que “no se puede tener precios libres y salarios pisados sin la homologación de los acuerdos. Esto no tiene sustento ni lógica”. El representante gremial se quejó porque “no hay diálogo ni comunicación con el Gobierno y por eso esta es la forma para que se exprese el pueblo trabajador”.
En este contexto, además, anunció que dejará la conducción de la CGT a fin de año dado que no se presentará a una nueva reelección.
Qué dijeron sobre el paro desde el Gobierno
Desde el Gobierno insistieron con descalificar a los líderes sindicales y rechazar los motivos de la huelga. “Son unos irrespetuosos con la inteligencia de los argentinos, porque si hablan de poder adquisitivo, nadie destrozó tanto el poder adquisitivo como Alberto Fernández, a quien no le hicieron un solo paro”, afirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
“Es el paro de los amigos de (Leandro) Santoro”, dijeron en Casa Rosada para vincular la huelga con el inicio de la campaña electoral.
El Gobierno había intentado algún tipo de acercamiento para desactivar la medida de fuerza a través del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, pero siempre bajo el convencimiento de que no obtendrían buenos resultados porque los sindicalistas “debían mostrarse combativos” en la actual coyuntura política.
Qué nivel de adhesión tendrá el paro
El paro cuenta con la adhesión de la mayoría de los sindicatos del transporte, con excepción d la Unión Tranviarios Automotor (UTA), lo cual atenuará el impacto de la medida.
El gremio que conduce Roberto Fernández argumentó que hasta el 3 de mayo está bajo una “conciliación obligatoria” dictada en el marco de un conflicto en la provincia de Buenos Aires, lo cual le impide llevar adelante una medida de fuerza.
En lo que refiere a las provincias, el mayor obstáculo será la cancelación de numerosos vuelos. Si bien las aerolíneas privadas no tienen intención sumarse a la medida, la falta de otros servicios aéreos las obligaría a una reprogramación que afectaría a más de 50 mil pasajeros.
En lo que refiere al AMBA no habrá servicios en ninguna de las líneas de trenes ni de subtes. De esta forma, cobra especial importancia lo que decida cada trabajador de aplicaciones de transporte, cuyos servicios serán muy demandados.
Dada esta situación el Gobierno espera que el paro tenga un impacto mínimo en la actividad en general. En ese sentido, Anses comunicó que pese a la medida de fuerza todas las oficinas del organismo atenderán con normalidad.
Cómo fue la movilización del miércoles
La CGT se sumó a la marcha de este miércoles en apoyo a los jubilados y lanzó la medida de fuerza para este jueves luego de severas críticas por su inacción en las dos manifestaciones precedentes.
La manifestación se realizó sin mayores incidentes en medio de un amplio operativo policial que nuevamente involucró a fuerzas federales y a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
Pese a los cruces con el juez porteño Roberto Gallardo que le había ordenado al Poder Ejecutivo apartarse del operativo, el Gobierno nacional convocó a la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura, a la Policía de Seguridad Aeroportuaria y a la Policía de la Ciudad para garantizar la seguridad en las inmediaciones del Congreso Nacional.
En esta oportunidad se formaron una serie de corredores por las calles aledañas para a encapsular a los manifestantes en el interior de la plaza los cuales marcharon sin provocar incidentes.
El Gobierno dejó de lado el protocolo antipiquetes dado que el propio operativo cortó la circulación por las calles Entre Ríos, Rivadavia e Hipólito Yrigoyen. La disposición de los vallados provocó que la tradicional caminata de los jubilados alrededor del Palacio Legislativo no pudiera desarrollarse de la forma habitual.
Las columnas de los diferentes gremios comenzaron a llegar pasadas las 14 y debido a su capacidad de movilización el tránsito quedó cortado al menos en 10 cuadras a la redonda, lo cual impactó en un amplio radio del macrocentro porteño.
La convocatoria no tuvo un acto central ni un orador, por lo cual pasadas las 17.30 comenzó la desconcentración que se realizó en calma. Solo hubo algunas cruces con representantes de partido de izquierda, quienes fueron los que por llegar primeros se instalaron frente al vallado sobre la calle Entre Ríos enfrentando a las fuerzas de seguridad.