Rumores de nuevos cambios en el Gabinete, mientras que en la Casa Rosada ya se baraja la posibilidad de “relanzar” al Gobierno una vez más. Distintos momentos de un oficialismo que intenta buscarle alternativas a los diferentes estadios por los que atraviesa.
Así, la palabra “relanzamiento” vuelve a ser la protagonista en la gestión de Alberto Fernández, pero como ya se pudo ver en otras oportunidades, no es la primera vez que se pone sobre la mesa esta posición en el Gobierno.
La primera vez que se habló de “relanzamiento” en el Gobierno
Tuvo lugar tras la derrota en las elecciones de las PASO, allá por agosto del 2021. En esa oportunidad, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro había puesto a disposición su cargo.
Tras este accionar, otras dos importantes figuras referentes de la Cámpora le siguieron sus pasos. Una fue Luana Volnovich, titular del PAMI y la otra Fernanda Raverta, del ANSES. También, en ese contexto, Trsitán Bauer, del ministerio de Cultura, Victoria Donda, del Inadi y Paula Español, de Comercio, se sumaron a esas decisiones, entre otros más.
Aunque en esa oportunidad, la respuesta del Presidente de la Nación fue tajante: “Con presiones no me van a obligar”. Recordada es la carta que envió la vicepresidenta Cristina Kirchner y allí esa “resistencia” acabó derrumbándose.
Para fines de esa semana agitada, las filtraciones de las modificaciones ya eran un hecho. Y no se puede obviar lo que sucedió con el Canciller Felipe Solá, que en pleno vuelo a Centroamérica se enteró de que debía abandonar su cargo.
Así, Santiago Cafiero tuvo que abandonar su posición al frente de la jefatura de Gabinete, y su reemplazante fue Juan Manzur, pasando el primero a Relaciones Exteriores. Otros dos personajes volvieron a surgir como nombres relevantes: Aníbal Fernández y Daniel Filmus.
El segundo “relanzamiento” de la gestión de Alberto Fernández
No pasaron muchos meses para que se volviera a hablar de “relanzamiento” en el Gobierno dirigido por el actual Presidente. Fue justamente tras la votación general del 14 de noviembre cuando Alberto Fernández presentó un plan económico para su segunda etapa de mandato, el “programa económico plurianual”.
En esa oportunidad, la tendencia de la derrota del oficialismo en las PASO terminó confirmándose aquel domingo 14 de noviembre, aunque sí pudieron achicar la diferencia de los votos en contra.
Esos resultados le dieron al Gobierno una inyección anímica dado que se presentó, la recuperación de votos, como un triunfo virtual y transcurridos tres días, y bajo el contexto del Día de la Militancia, tuvo lugar una serie de actos para mostrar la fortaleza del oficialismo.
Así, y ante la atenta mirada de sindicatos, intendentes y movimientos sociales, Alberto Fernández expresó: “El triunfo no es vencer, sino nunca darse por vencido”. Y luego agregó: “Tenemos que hacer lo necesario para asegurar un triunfo rotundo en 2023″.
El tercer “relanzamiento” y “la guerra contra la inflación”
Quizá la tónica de este tercer relanzamiento del Gobierno esté signada por esa famosa frase de iniciarle “la guerra a la inflación” pronunciada por el Presidente.
En esta etapa uno de los grandes protagonistas es el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el acuerdo con la Argentina para que pague su deuda externa.
Pero nuevamente surgió la “figura” de la carta, en esta oportunidad fue el protagonista Máximo Kirchner, donde dejaba en claro su renuncia a la presidencia del bloque de Diputados del Frente de Todos y exponía sus diferencias en cuanto a la política del acuerdo con el Fondo.
Pero el oficialismo siguió su curso y se concentró en formas de recomponer los salarios atrasados y de luchar contra una inflación creciente que ya tocaba (y toca) porcentajes históricos. Así, Alberto Fernández pronunció a mediados de marzo y en el contexto del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania: “El viernes empieza la guerra contra la inflación”.
Finalmente, el Presidente pidió a su partido dejar atrás las peleas y llevar adelante “una suerte de terapia de grupo”. La idea es, claramente, “recomenzar mejores”.