El gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner comparte una misma preocupación: las elecciones presidenciales del 2023.
En medio de las polémicas entre ambas fracciones del Frente de Todos, avanza un sector que cree que no hay posibilidades para los comicios sin recuperación económica y baja de la inflación y de la desocupación.
Desde hace un par de semanas, dirigentes de uno y otro lado de la vereda de la coalición gobernante ensayando una serie de reuniones para resolver las diferencias.
Hay quienes van más allá y se plantean el objetivo de ampliar la base de esa coalición.
Eso mostró el ministro de interior, Eduardo “Wado” de Pedro que junto a Anabel Sagasti este sábado por la tarde realizaron un acto “anti grieta” en Mendoza, donde participó el ex gobernador Juan Manuel Urtubey.
La consigna convocante fue “Peronismo futuro”, con el fin de cerrar la grieta entre kirchneristas, albertistas y dirigentes del PJ de las provincias.
El diálogo permanente
La idea de establecer mesa de debate dentro del Frente de Todos para discutir los diversos escenarios que enfrenta el gobierno nacional para salir de la crisis no parece cerrarle al presidente.
Implicaría cederle al “kirchnerismo duro” o “cristinismo” un consenso sobre las políticas económicas a aplicar en el país y un espacio más desde el cuál dictarle la agenda al ministro de Economía, Martín Guzmán.
Alberto Fernández ya demostró su respaldo a quién encabeza la cartera de económica del país y lo lleva a cada acto o presentación que realiza para reafirmar esa voluntad.