Los investigadores del femicidio de Úrsula Bahillo analizan este jueves toda la evidencia reunida hasta el momento para indagar al exnovio policía de la víctima, Matías Martínez, a quien había denunciado una decena de veces por violencia de género.
La indagatoria del detenido se realizará entre hoy y mañana por el fiscal de Junín a cargo del caso, Sergio Terrón. A Martínez se le imputa el delito de femicidio agravado por “alevosía” y “ensañamiento” por asesinar a la joven de 18 años de al menos 15 puñaladas el pasado lunes en la ciudad bonaerense de Rojas.
Martínez fue trasladado de la comisaría de Conesa por disposición de la Justicia para prevenir eventuales incidentes, ya que se había conocido su paradero.
De acuerdo al resultado preliminar de la autopsia, el policía apuñaló primero a Úrsula por la espalda y, cuando ella intentó escapar, volvió a sujetarla para apuñalarla en el torso y en el cuello. Según las fuentes, al momento del hecho el policía estaba con carpeta psiquiátrica.
Los restos de Úrsula fueron despedidos este miércoles por la tarde por una multitud que acompañó el cortejo fúnebre desde la sala velatoria Casa Solari, de Rojas, al cementerio local.
A raíz del femicidio de Bahillo, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y el jefe de la policía bonaerense, comisario general Daniel García, dispusieron la intervención tanto de la seccional local como de la Comisaría de la Mujer de Rojas, mientras que Asuntos Internos trabajaba en “auditorías preventivas” en ambas dependencias, y los posteriores incidentes.
En los últimos días se dieron a conocer por redes sociales una serie de audios en los que Úrsula le relataba a amigas la violencia que el acusado ejercía sobre ella.
“Me dijo que me iba a matar”, “no aguanto más”, “tengo mucho miedo”, “me arrancó todos los pelos” y “me re cagó a palos”, son algunas de las frases que se la escucha decir quebrada en llanto a Úrsula en un mensaje de audio enviado a una amiga el 16 de noviembre del año pasado.
Úrsula fue hallada el lunes cerca de las 20.30 asesinada a puñaladas entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Esa misma noche fue detenido Martínez, quien presentaba lesiones que se creen fueron auto provocadas y a raíz de lo cual quedó internado.