El Cementerio Municipal “La Piedad” de la localidad de Oberá ya casi no tiene espacio. Actualmente le queda capacidad para 152 fallecidos más, la mitad de lo que se calcula fallecen por año.
El predio tiene siete hectáreas y media de extensión. Ya se desarrolla en el un proyecto de reorganización del espacio y de exhumaciones. “Hemos hecho exhumaciones a través de edictos de tumbas abandonadas, pero, aún hay mucho por hacer y el espacio queda cada día más chico”, dijo Fabián Koch, responsable del sector Cementerio en la Municipalidad.
Actualmente se comenzó a utilizar las unidades funcionales aéreas o nichos espaciales. Además se habilitó un cenizario y un espacio para cenizario familiar en cubos donde pueden colocarse las cenizas de hasta 30 personas de un mismo grupo familiar.
Se recuerda a los ciudadanos que cuando una tumba cumple su primer vencimiento hay seis meses para ponerse al día sino se considera abandonada. Cuando el arrendatario fallece hay seis meses para que algún familiar se haga responsable de esa tumba. Cuando ninguna de estas cosas sucede, se procede a la exhumación del cuerpo.
“Necesitamos liberar 350 lugares más, porque este año fue un año atípico que se cumple cada 5 años, de mayor cantidad de fallecidos (...) preveía unos 392 fallecidos y ya tuvimos 410, o sea, que también fue importante la diferencia de mayor cantidad de fallecimientos, más allá del poco espacio”, explicó.