Esteban Fontana no escucha con el oído derecho y tiene reducida la capacidad auditiva del izquierdo, de chico fue víctima de abusos de parte de sus compañeros. Su paso por la Universidad no fue fácil, en muchas ocasiones no entendía lo que decían los profesores y pedía ayuda a sus compañeros para que le expliquen lo que se hablaba en clase. Hace menos de dos semanas consiguió atravesar todas las dificultades y se convirtió en el primer abogado hipoacúsico de Neuquén.
El joven estudiante consiguió un 9 en su tesis final lo que permitió alcanzar el ansiado título. En su recorrido académico recuerda los obstáculos que debió atravesar por su padecimiento. Desde pequeño era objeto de burlas, discriminación y golpizas de parte de sus compañeros. En su infancia se sintió muy solo porque los demás niños lo rechazaban.
"Aunque usaba los dos audífonos, no escuchaba nada. Me daba vuelta y veía a todos riéndose de mí, fue realmente muy feo", relató Esteban en diálogo con el medio local Imneuquén. Además era golpeado por otros chicos que se reían de él porque hablaba mal y tartamudeaba. A pesar de esto el amor de sus padres y sus hermanas fue el motor que lo impulsó para seguir adelante y progresar en la vida.
Durante la carrera se le fueron presentando otras barreras pero pudo sortearlas porque se prometió a si mismo no bajar los brazos. "Les pedí que me hablaran despacio porque escucho poco y expuse el tema. Cuando me llamaron para darme la nota, me dieron una gran devolución y me pusieron el primer nueve de mi vida", expresó contento relatando el momento de su entrega de tesis.
Desde el Colegio de Abogados de Neuquén le contaron que es el primer abogado hipoacúsico de nacimiento de la provincia, lo que lo llenó de emoción y orgullo. Cuanto se le preguntó por su futuro, el joven indicó que dedicará al derecho laborable y no descartó incursionar en otra carrera universitaria.