En el territorio del Área Natural Protegida Manzano - Portillo de Piuquenes de Tunuyán se quiere realizar un proyecto turístico de alta envergadura, que consiste en un resort de montaña y parque de nieve con centro de esquí.
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Al ser una tierra protegida por la Ley 8400, para poder hacer cualquier tipo de construcción es necesario llevar a cabo audiencias públicas, para así analizar el impacto ambiental que dicho proyecto hará en la zona.
El pasado 14 de mayo se realizó una reunión virtual en base a esto, en donde la empresa involucrada expuso el proyecto ante los presentes. De la misma manera, se presentaron los informes evaluadoras de impacto ambiental desde la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de la provincia y desde IADIZA (”Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas) Unidad Ejecutora del CONICET.
También era la oportunidad para que los vecinos de la zona donde se quiere llevar a cabo el proyecto - Los Chacayes - se pudieran expresar a favor o en contra. Según Florencia, una de las involucradas, solamente dos personas tuvieron lugar para manifestar su opinión.
Lo que los vecinos de la zona tunuyana querían expresar en esa audiencia su opinión netamente en contra del proyecto. Para conocer más las razones y lo que sucede alrededor del proyecto, desde Vía Mendoza dialogamos con Florencia. Ella es una de las vecinas de Los Chacayes, licenciada en turismo y parte de la Asociación de Turismo del Manzano Histórico.
Lo que sucedió en la audiencia pública
En la audiencia pública, desde la empresa involucrada solamente se presentaron dos etapas de las cuatro que posee el proyecto. Lo que significa que gran parte del proyecto no se expuso ante de los presentes, escondiendo así el fragmento del plan que mayor impacto negativo hacia el ambiente posee.
“Cuando ellos expusieron el proyecto del parque de nieve, pensamos que iba a ser algo positivo para el desarrollo turístico y económico de la zona”, comenzó explicando Florencia. Cuando el grupo de vecinos comenzó a estudiar con profundidad el proyecto, descubrieron la etapa no expuesta por la empresa.
Las dos etapas que presentaron en la audiencia pública consisten en un resort de montaña con centro de esquí, veinte parcelas para cabañas de uso turístico, servicios comunes, agua, energía y manejo de efluentes, Hostería-Club House, parque de nieve y senderos. La tercera etapa, la que no fue públicamente expresada, incluye un centro comercial, 7 hoteles, 9 hosterías y 3 complejos de departamentos.
Además de esta tercera etapa, el grupo de vecinos detectó una serie de inconsistencias en aspectos claves del proyecto. Frente a la serie de hallazgos, los tunuyaninos decidieron expresarse en contra del mismo.
Sin embargo, no tuvieron el lugar de hacerlo en la reunión. “Solamente dos personas de la zona pudimos dar nuestra opinión. No se tuvo en cuenta la voz de la gente de este lugar para la audiencia pública”, manifestó Florencia.
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Las contradicciones dentro del proyecto
Florencia pudo detallar las inconsistencias que presenta el proyecto, la mayoría siendo sobre el impacto negativo que generaría su desarrollo.
- No está precisa la real dimensión del proyecto.
- Presentan documentación incompleta y dudosa, entre ellos el plano de fraccionamiento. Dicho documento no posee firma de un profesional autorizado.
- No realizaron encuestas a los lugareños, sino que se atrevieron en declarar que estos están a favor del proyecto sin presentar evidencias a favor.
- No hay un plan de manejo para el cuidado del medio ambiente y del recurso hídrico
- Falta el análisis de peligrosidad natural por las avalanchas y flujos.
- No se localizó un plan de manejo de residuos, aunque señala ser un proyecto de turismo sostenible.
- No se especificó de que manera se va a calzar el movimiento del suelo, lo que afectaría el material arqueológico de la zona.
Además, en palabras de Florencia: “ellos presentaron un plan turístico, pero con esto vemos que es un plan plenamente inmobiliario”, afirmando que el mismo es compatible con el área, lo que tampoco es cierto.
Se recuerda que la zona donde el proyecto se quiere desarrollar es un Área Protegida. “Si bien el uso turístico es compatible con la zona, este tipo de envergadura no lo es y tampoco la dimensión del proyecto”, explicó Florencia.
Los efectos negativos que tendrá el proyecto en la zona
Cerro Punta Negra se pretende construir sobre dos de los arroyos más importantes de Valle de Uco, Arroyo Valle Grande y Arenales. Estos cauces de agua son cruciales para el bienestar de la comunidad.
“Nosotros vivimos a 15 km de donde se quiere hacer el proyecto. No tenemos agua potable, nos alimentamos del arroyo. Este proyecto no señala cuál será su uso del caudal, entonces todas las familias de la zona nos veríamos afectados”, detalló Florencia.
Como si fuese poco, la zona donde se quiere llevar el proyecto es el habitad de dos aves en extinción, el Cóndor Andino y el Pato del Torrente. La construcción del mismo seguramente llevará a la eliminación definitiva de las especies.
A estos factores se suma la contaminación sonora permanente, además del vehicular y residual.
Incertidumbre y enojo
Según Florencia, estas partes del proyecto no son de público conocimiento, ya que “hay mucha presión del sector político y empresarial de Valle de Uco para que este proyecto se apruebe”.
Por esa razón, los vecinos de la zona quieren hacer público esta situación, ya que la realización del proyecto afectaría negativamente el ecosistema de la zona.
“Nosotros (como emprendedores turísticos) seríamos los primeros beneficiados en este tipo de proyectos, siempre y cuando el cuidado del ambiente sea primordial”, concluyó Florencia. Son los vecinos los que impulsan el cuidado del lugar, y lo seguirán haciendo mientras puedan.