Para muchos, el “jinete sin cabeza” es un simple personaje terrorífico inventado por el escritor Washington Irving. No obstante, hay quienes afirman haber visto rondar a la figura de un hombre decapitado por las montañas de Mendoza.
‘La leyenda de Sleepy Hollow’ es un cuento muy famoso, el cual narra el paso de Ichabod Crane por un pueblo casi vacío en Estados Unidos. Es allí donde está la espeluznante criatura, la cual intenta asesinarlo en diferentes oportunidades.
Se trata de un fantasma decapitado que cabalga un enorme caballo negro y tiene una espada específica para poder cortar cabezas con mayor facilidad. En búsqueda de la suya, se va probando los cráneos de todo aquel que se le cruza en su camino.
Cómo es la leyenda del jinete sin cabeza que ronda por Mendoza
Dicho personaje es muy popular en Mendoza; de hecho, hay quienes aseguran haberlo visto. Sin embargo, en realidad se lo conoce como “El Futre”, el cual rondaría por la zona de Uspallata, sobre las vías abandonadas que surcan la montaña.
Esta leyenda mendocina se remonta a fines del siglo XIX, cuando el antiguo Ferrocarril Trasandino estaba en plena construcción. Por aquel entonces, los primeros obreros trabajaban en la nivelación del terreno y desmonte.
Fue bajo dicho escenario en el que nació este terrorífico mito. La versión más famosa menciona que el Futre era un inglés muy elegante, quien vestía con un estilo propio de su país natal; él se dedicaba a pagarle a los obreros de allí.
Cuando llegaba hasta el final de las vías, este hombre -quien presuntamente se llamaba Foster- continuaba a caballo hasta donde se encontraran los trabajadores. Como toda historia de terror, su final fatídico tuvo lugar de forma repentina y lo condenó a una eternidad espectral.
Según relatan, en uno de esos viajes para pagar a los obreros, el Futre fue asaltado; los ladrones terminaron cortándole la cabeza. Otra versión da cuenta que el señor Foster quiso fugarse con el dinero, y que los propios obreros terminaron por decapitarlo.
Sea cual sea el motivo, este inglés que vivía en tierras mendocinas tuvo un final sangriento. Lo que se dice es que, luego de ese asesinato, una figura recorre las vías abandonadas en Uspallata por las noches.
Con la cabeza en una de sus manos, se acerca a los valientes que recorren la zona de noche y les pregunta dónde está la plata que le debe dar a los obreros, su última tarea pendiente en el mundo terrenal.
Este espectro no ataca, simplemente consulta sobre el dinero que le debe a los trabajadores y desaparece entre las vías. Algunos aseguran verlo caminar, pero la mayoría afirma que va montando un caballo, y el relincho del animal es lo que da aviso de que se aproxima.