Tras una reunión virtual que duró dos horas, el presidente de la nación le planteó a los gobernadores aplicar nuevamente un toque de queda sanitario entre las 23 y las 6 para disminuir el ritmo de contagios que preocupa a las autoridades nacionales. Si bien la propuesta fue bien recibida por la algunos de los mandatarios, se pidió que se tenga en cuenta la situación sanitaria de cada provincia en lugar de ser una norma general.
Nuestra provincia ya atravesó el toque de queda que se aplico en los meses de cuarentena obligatoria, siendo una medida efectiva para aplacar la curva de contagios. Pero con el nivel de casos actuales en Mendoza, se entiende que no es necesario una medida de estas características.
En la reunión virtual que Suarez sostuvo con Fernández explicó que la situación sanitaria está lejos de ser critica: el porcentaje de ocupación de camas oscila el 35% y el ritmo de contagios no se ha disparado como en otras partes del país.
El gobernador justificó su posición señalando que una medida de estas características tiene un impacto económico directo en actividades como restaurantes, bares y salones de eventos que se verían perjudicados si se implementa un límite horario.
Además señaló que se analizan el porcentaje de positividad de los testeos de PCR que se realizan y el porcentaje de ocupación de camas diariamente para estar al tanto del estado de la provincia en cuanto al coronavirus.
Por ese motivo, se le solicito al presidente que la medida no sea una norma general para todo el país, sino que se permita que cada gobernante disponga en relación a la situación que atraviesa su provincia.