Mendoza es una de las dos jurisdicciones del país en seguir con las clases presenciales frente al aumento de casos de coronavirus. El gobierno provincial ha tomado una postura rígida sobre la educación, asegurando que la enseñanza será mejor absorbida en la presencialidad.
Las bajas temperaturas que los chicos y docentes deben enfrentar día a día son uno de los efectos colaterales del coronavirus y la presencialidad que el gobernador mendocino busca asegurar.
La situación inspiró a un docente en escribir en primera persona un mensaje que lleva a la reflexión, pidiendo a los políticos experimentar lo que los alumnos y docentes deben vivir para estar en la escuela con los protocolos establecidos.
Explícitamente le pide a los “señores políticos” realizar un paso a paso de lo que viven sus alumnos todos los días en su colegio, para “probar tu nivel de empatía”.
En primera persona
La realidad que describió la docente es la realidad de todos los niños de Mendoza, más allá de las clases sociales, si la escuela es privada o pública.
El protocolo sanitario que busca cuidar a los alumnos y docentes de contagiarse del coronavirus establece obligatoriamente una correntada de aire que solo se logra con tener las ventanas abiertas. La calefacción está prohibida, ya que permite partículas suspendidas en el aire, partículas que pueden contener el virus.
La presencialidad en los colegios es algo muy importante, pero con la llegada de los climas fríos característicos de Mendoza, las madres y docentes empiezan a evaluar si la presencialidad es más significativo que el bienestar de sus hijos y sus alumnos.
Una docente maipucina señaló a Vía Mendoza que todos los días ven la realidad de las bajas temperaturas en las aulas, “con los pies y el cuerpito congelado no se si sirva para que el aprendizaje sea efectivo”, contando que todos los días tienen niños descompuestos por el frío.
Las voces de las mamás
Por su parte, un grupo de madres expresaron a Vía Mendoza la situación que sus hijos viven los días que les toca asistir al colegio. Todas expresaron unánimemente la importancia de las clases presenciales y comprenden la necesidad de ventilación en los aulas, pero piden que se revalúe la situación.
Una mamá contó que se sintió conmovida cuando su hijo le pidió una manta para ir al colegio y pide que se plantee otra alternativa para las clases. “Están transitando un cursado incómodo. Pasar frío en una posición de quietud expone sus cuerpos a muchas enfermedades como gripe, anginas y neumonías. Con esto exigimos más al sistema de salud”, expresó la mamá.
Otra madre decidió hablar con los directivos presentando una sugerencia de rotar los chicos que se sientan cerca de la ventana, ya que a su hija le tocaba siempre estar más expuesta al frío, sentada directamente a la altura de la ventana.
“Los chicos se mueren de frío en la mañana. Especialmente a los chicos que les toca estar sentados al lado de la ventana. Están con guantes y gorros adentro del aula mientras hacen la tarea, no lo veo productivo en lo absoluto”, manifestó una de las mamás.
“Por más abrigo que les ponga, los chicos pasan frío. Más allá de que todos los años sabemos que en la época de frío las actividades en las escuelas continúan, pero distinto es permanecer toda la mañana expuestos a una ventilación permanente”, opinó otra mamá.
Todos los días las madres buscan darles la mayor comodidad a sus niños, brindando todo el abrigo posible, pero expresan que la situación es contradictoria. Los docentes ponen la mejor onda de su parte. La necesidad y el pedido de una alternativa para las clases presenciales es universal y urgente.