El Gobierno de Mendoza difundió que había cesanteado a una empleada más por no presentarse a trabajar desde 2014: se trataba de Bárbara Muriel Córdoba, modelo que se la vinculó a Rúrik Gíslason, jugador de fútbol de Islandia. Pero el Ejecutivo mendocino debió reconocer una equivocación en el caso de Córdoba, quien no trabaja más en el Estado desde 2012.
Según reconocieron, el último sueldo le fue depositado en el 2011 y no en el 2014 cómo dijeron en un principio, aunque insistieron en que se la suspendió por faltas reiteras.
Bárbara Muriel Córdoba negó ser empleada estatal de Mendoza actualmente, ante la publicación del Gobierno de Mendoza quien había publicado en su sitio que oficializaba el despido de Córdoba y que le suspendieron sus haberes en 2014 por inasistencias injustificadas y reiteradas en marzo, abril y mayo de 2011.
Córdoba ocupaba el cargo de administrativa, con clase 3, en la ex Subsecretaría de Trabajo y Seguridad Social, dependiente del ex Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos.
Al enterarse de este trascendido, la modelo habló en exclusiva con Cadena 3, desmintió ser empleada pública y negó haber cobrado haberes sin prestar servicios.
El Gobierno de Mendoza informó que "hay 974 sumarios iniciados, algunos de ellos superan los 10 años de antigüedad". "Un tercio de los procesos fueron iniciados durante la gestión de Alfredo Cornejo, donde ya se han registrado, incluyendo esta última, 295 cesantías".
