La última modificación al Código de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad (Ley 8.465) los obliga a hacer alguna actividad a todos aquellos internos que ya fueron penados.
Eduardo Orellana, director del Sistema Penitenciario, expuso en declaraciones a Canal 7 que "el 43% de los internos están trabajando y a eso le sumamos la población que estudia". "Cotejados los datos, el 76 % de la población de las cárceles de Mendoza o estudia o trabaja, lo cual es parte de lo determina el nuevo Código de Ejecución Penal en la provincia", agregó.
Si bien no todos los internos quieren hacerlo, un gran porcentaje de internos ocupa cuatro horas al día al trabajo o estudio. Algunos hacen las dos cosas.
"La jornada laboral es de cuatro horas para los que quieran trabajar. En la cárcel modificamos conductas y habilidades. ¿Qué trabajo soy capaz de hacer a la vez que me voy capacitando? En eso trabajamos muy firme. Eso da un gran sustento para que la persona el día que recupere la libertad tenga una herramienta para insertarse, la reinserción no solo depende de lo que hagan dentro de las cárceles sino también de cómo los recibe el medio donde reside y las familias", concluyó..