Luego de un año de reflexión y reordenamiento interno, el peronismo mendocino afronta el 2017 con la necesidad de lavar el sabor amargo de las últimas elecciones. Los comicios de medio término se presentan como una parada difícil para el justicialismo, que aún padece las consecuencias de los enfrentamientos internos que vivieron a lo largo del año 2015 y que terminaron en una seguidilla de derrotas de las que aún no logran sobreponerse.
Sin embargo, sus referentes saben que lograrán sobreponerse, aunque no están convencidos de que sea este año. "El desafío es complicado, porque nos encuentra en un camino de recuperación", admitió la presidenta del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Patricia Fadel.
El contexto en Mendoza no es auspicioso para la oposición, ya que el gobierno ha logrado mantener una imagen positiva para la mayoría de la sociedad. De todas maneras, son conscientes de que hay cosas que el oficialismo no ha logrado resolver y del malestar que existe con las medidas económicas que implementa el Ejecutivo Nacional. En ese marco, los popes del justicialismo coinciden en que es fundamental ocupar las listas con sus mejores cuadros, aunque sea para cargos menores. Esto último, sin olvidar que el pilar de su estructura partidaria es el pueblo al que buscan representar.