El proyecto del Fuero Penal Colegiado estuvo sobre el escritorio de algún funcionario peronista pero el que lo compró y lo empujó en la Legislatura hasta transformarlo en ley fue Alfredo Cornejo.
Ayer esa idea empezó a funcionar en la Primera Circunscripción judicial (todo el Gran Mendoza, incluidos Lavalle, Maipú y Luján). Cornejo encabezó el acto, junto a uno de sus ideólogos, el actual juez de la Suprema Corte José Valerio.
Los adversarios internos de Cornejo y de sus aliados en la Justicia (esos que conforman el otro bando de la "grieta judicial"), guardan silencio y esperan los resultados y su única prevención es que el sistema no se transforme en una "máquina de condenar" sin respeto por las garantías constitucionales.
El Fuero Penal Colegiado tiene dos instancias. La primera es la que empezó a funcionar ayer en los departamentos del Gran Mendoza: habrá 2 juzgados colegiados de Primera Instancia, conformados por los 6 jueces de Garantías, 4 Correccionales, 6 de Flagrancia y 2 de Ejecución que existen en la actualidad. Los magistrados de cada una de esas categorías fueron divididos en dos para conformar cada uno de los nuevos juzgados de 9 miembros. Todos entenderán en todos los tipos de delitos. La idea es que siempre haya un juez que atienda los requerimientos de los fiscales.