Tras haber sacado su primer disco solista –Amántico– y haber vuelo a la televisión con la tira de Pol-ka Quiero vivir a tu lado, el mendocino Mike Amigorena estrenará el jueves 24 de agosto Mario On Tour, una suerte de road movie que lo mostrará como un cantante e imitador de Sandro que, en plena crisis existencial, afrontará su última gira junto a su hijo adolescente. La película, escrita y dirigida por Pablo Stigliani, le permite navegar entre sus dos principales pasiones: la música y la interpretación. "Alguna vez un maestro de actuación me dijo: 'el papel busca al actor" y no al revés. Y tenía toda la razón del mundo. Todo lo que hago habla de mí. Todo. Por eso siempre me resulta muy claro qué tengo que hacer y qué no", remata en una entrevista a Luz.
-Curiosamente, tus últimos proyectos hablan mucho del amor…
-Sí. Y hoy con una importante diferencia, después de mucho tiempo estoy nuevamente de novio. Si bien no está conmigo físicamente ya que vive en España, ella me despertó algo que tenía entumecido. Re loco fue. Cuando menos lo pensaba, me enamoré.
-¿Cómo se llama?
-No quiere que lo diga. Solo diré que es uruguaya y diseñadora de interiores, nada que ver con mi mundo. ¿Edad? 26 años. Es chica y grande a la vez.
-Por lo que trascendió, la conociste en San Sebastián. ¿Cómo fue?
-Gracias a Instagram. Venía subiendo varias Stories del viaje y en San Sebastián me apareció un mensaje de ella diciendo “qué bueno que estés por acá”. Acto seguido la empecé a “stalkear” y al toque la invité a salir.
-Casi una cita a ciegas… -
Sí, mal. Antes no quería saber nada con ese tipo de salidas. Pero con ella funcionó. Y por algo fue así. ¿Por qué no la conocí en Ámsterdam, en Cádiz, en Sevilla o en cualquier de las otras ciudades que visité? Tenía que ser ahí, en la tierra de mis antepasados, no tengo dudas de eso.
-¿No te cuesta el amor a distancia?
-Sí, pero quizá era eso lo que necesitaba, alguien que mantenga activo mi aparato esperanzador. Hubo un momento en que no quise saber nada del amor. Ni la pareja. Es todo un tema ese para mí. Hay gente que se pone de novio y durá no sé, quince, veinte años. Yo no tengo ni idea de qué es eso. Pero hoy tengo 45, no 27 ni 31. Y siempre hay un roto para un descosido. Hoy, además, estoy más permisivo, más comprensivo. Con ella no se hace todo lo que yo quiero. Y está bueno eso. Aprendí a ceder, a contemplar más. Supongo que tiene que ver con que ya estoy más consciente de quién soy, no me engaño. Estoy enamorado pero muy consciente de mi naturaleza inquieta.
-¿La comunicación es diaria con ella?
-Sí. Hacemos un videos divinos por Facetime. Y con eso nos basta. Por ahora. Obvio que me encantaría abrazarla. Pero hay algo que se sostiene de esta manera. Y creáse o no, yo la siento muy presente así. Además, ella es chica, tiene mucho por vivir y yo yo no puedo ponerme en el papel de “¿qué hiciste?” “¿con quién estás?”.