Este martes, efectuaron el pedido de libertad condicional para Diego Arduino, pero la Justicia lo rechazó. El sujeto está cumpliendo una pena de 16 años de cárcel por el asesinato de Alejo Hunau.
Arduino fue condenado en 2007 a la pena de 16 años de cárcel, por lo que lleva 14 años en prisión y queda habilitado a pedir la libertad condicional. Sin embargo, la jueza Mariana Gardey no aceptó el pedido.
Según trascendió, los informes de distintos ámbitos penitenciarios no serían favorables al detenido.
La madre de Hunau, Silvia Ontivero, escribió una carta a los magistrados para pedirles que no le otorguen la libertad condicional al responsable de la muerte de su hijo.
La carta completa
He seguido con atención todos estos años la evolución de la vida carcelaria del asesino de Alejo. Muy fuerte la contrafigura: Alejo estudioso, responsable, trabajador, con una carrera promisoria con hito importante: un "Martín Fierro" que fue vivido como un escalón de todo lo otro que buscaba lograr profesionalmente, millones de sueños de enamorarse, consolidar su red familiar, su grupo amoroso de amigas y amigos, fundar una ONG solidaria, etc. etc. etc.
Todo quedó irreversiblemente frustrado ese 23 de noviembre de 2004. De su asesino, no voy a agregar nada a lo que ya vimos en el juicio y en esta hoja de vida que esgrime para salir antes. Por un momento, aquel setiembre de 2007, saliendo la condena que hubiera deseado perpetua, no la cuestioné porque sencillamente, nada nos hubiera devuelto a Alejo.
Puse mi corazón y mi mente en modo "ciudadana" y tuve alguna esperanza que todos esos años le sirvieran para estudiar, adquirir un oficio, escribir, en fin tantas cosas que veo en esta hoja que no ocurrieron.
Fui presa política siete años de mi vida, toda la dictadura que asoló a nuestro país en 1976. Esa soledad y esa ausencia de libertad, me ayudó a limar mis vértices más ásperos, a reflexionar sobre mis límites, a intentar ser mejor persona. Fue una oportunidad que no busqué, pero que puesta en esa circunstancia con tantos otros miles de jóvenes en nuestro país, fuimos capaces de encontrar la manera de trastocar un destino que iba al aniquilamiento físico y moral.
Como también pude presenciar acá, en Mendoza, varios actos en la UNCuyo de personas privadas de libertad que recibían su titulo y emprendían con eso una nueva vida al lograr su libertad. Creo, entonces, que si Arduino, no tiene la oportunidad de salir, tendrá a cambio, una nueva y quizá última oportunidad de darle un vuelco a su vida y aprovechar el tiempo que le queda para instruirse, reflexionar, re aprender este tema de las relaciones positivas y preparase en el tiempo que le queda por salir, habiendo logrado ser un mejor padre, un mejor marido, un mejor hijo, un mejor hermano, un mejor amigo y por ende un mejor ciudadano.
Silvia Ontivero 11/02/2020