La irrupción de Xuzhou Construction Machinery Group en el mercado local encendió las luces de alerta de los proveedores que usualmente han llevado adelante este tipo de ventas.
Al darse a conocer la noticia de que el gobierno provincial había decidido comprar de forma directa a la empresa china, las críticas no tardaron en aparecer.
Distintos empresarios reclamaron que el gobierno abra el juego a otras compañías que tienen experiencia en la materia y durante años han sido proveedores de este tipo de maquinarias.
En su favor, esgrimen que representan a marcas internacionales cuyos productos ya han demostrado su idoneidad y calidad. Mientras tanto, las máquinas chinas generan interrogantes respecto a su funcionamiento y la vida útil de las mismas.
Este punto en particular también motivó inquietudes en el Ejecutivo, que a la hora de cerrar el negocio con Xuzhou Construction Machinery Group (XCMG) incluyeron una cláusula de garantía para que se suspendan las cuotas si las máquinas no cumplen con las exigencias técnicas que se habían comprometido a cumplir.