La monja japonesa detenida y acusada por las violaciones cometidas en el Instituto Próvolo para niños hipoacúsicos de Luján, Kumiko Kosaka (42), negó los cargos en su contra al declarar hoy por segunda vez en los tribunales provinciales y sostuvo que "son fantasiosas" las declaraciones de las víctimas.
Durante su declaración, que se extendió por casi diez horas, la monja aseguró que las acusaciones "son imposibles y aberrantes", según dijo el abogado querellante, Sergio Salinas a la prensa local.
El letrado destacó que si bien los psicólogos del cuerpo medico forense que intervienen en casos de delitos sexuales han determinado que los chicos dicen la verdad, destacó que "estamos ante una persona que esta ejerciendo su derecho a defensa" y que rechaza pruebas de forma "poco sustanciosa".
Durante un cuarto intermedio que se inició a las 14 y duró hasta las 16, la monja fue increpada por una mujer que la esperó en los pasillos de los tribunales y le gritó "No vas a tener perdón de Dios por lo que le hiciste a todos esos niños".
Salinas dijo a Télam que Kumiko "fue acusada por muchos niños víctimas y se espera que haya más gente detenida que estaba ligada al Próvolo desde el 2008 y que no investigó los abusos en su momento, o no hizo nada para prevenirlos con total dolo o conocimiento de lo que allí sucedía".
Sin embargo, Salinas dijo que "no son tres sino ocho los hechos que la comprometen dado que el tercer delito involucra a seis víctimas".