Tras la decisión tomada por el gobierno argentino, el Ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, confirmó, defendió la medida adoptada de no entregar más las observaciones e investigaciones del INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero) y marcó la diferencia con la anterior gestión que, desde su punto de vista, fue una política de "baja intensidad" donde se quiso demostrar que podrían llevar una buena relación entre ambos países.
Solá dijo que existen varias especies que conviven en el Atlántico Sur, pero en particular se enfocan en la especie de Calamar Illex Argentinus. Esta especie va migrando, de sur a norte, dependiendo el ciclo evolutivo y el desplazamiento del plancton. En particular disparó que "los volúmenes que no capturamos, son capturados por embarcaciones que pagan licencias a los usurpadores de Malvinas".
En este sentido, la realidad indica que hay cientos de pesqueros ilegales dentro del Mar Argentino y en aguas adyacentes a la milla 200. Estos buques serían multados en caso de ser interceptados y capturados, de acuerdo a la ley, una vez que este aprobado el proyecto de Ley elevado al Congreso.
Estas multas son altas y las más bajas son equivalentes a 300.000 litros de diésel, más gastos de captura, localización y escolta hasta el puerto más cercano y a eso se sumará el valor de lo capturado y acopiado en bodega. Estas medidas son dirigidas a desalentar las incursiones furtivas que se vienen llevando a cabo por décadas en aguas jurisdiccionales del Mar Argentino, Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y sector antártico. Las mayores capturas se enfocan en las especies: Calamar Illex y loligo gahi, merluza negra y kril.
Estas actividades se fortalecieron debido a la incapacidad argentina de desplegarse con medios navales y aéreos. Si bien se cuenta con 2 fuerzas que intervienen en el mar y tienen jurisdicción, no hay una fuerte decisión política para llevar a cabo un operativo que marque una presencia disuasiva permanente.
Con respecto a esto, la semana pasada, se trasladó parte de la flota china de pesqueros poteros. Este convoy representó el aglomeramiento de 30 unidades que navegó desde latitudes cercanas a Mar del Plata hacia el Sur. Luego adoptaron un rumbo Oeste para adentrarse en el Estrecho de Magallanes y salieron hacia el Océano Pacífico. En este trayecto fueron monitoreados por medios de la Armada de Chile.
Por ello, "Para proteger nuestros derechos, decidimos suspender el intercambio de información y ya no vamos a notificarles nuestras capturas de calamares porque cuando lo hicimos, estábamos diciendo a los usurpadores, cuántas licencias podrían otorgar", expresó Solá y agregó que el Consejo Asesor Integrado de Malvinas, ayudará a diseñar, abordar estrategias y garantizar consensos a mediano y largo plazo.