Una pareja de La Plata denunció que el cura a cargo del colegio de sus hijos tenía una denuncia penal por abuso sexual. La pareja fue perseguida por el sacerdote que los acusó de difamación y ordenó un allanamiento.
Alejandro DiSalvo y Rosana Vega son padres de tres chicos que asisten al colegio Concilio Vaticano II de Gonnet. El padre a cargo de dicho establecimiento educativo y la Parroquia Inmaculada Madre de Dios es Eduardo Lorenzo.
Cuando la pareja descubrió que el cura tenía denuncias por abuso decidió contarlo a la comunidad, en una reunión de padres del colegio. El cura, actual capellán del Servicio Penitenciario y confesor del condenado Julio César Grassi, comenzó una persecución contra el matrimonio que terminó con el allanamiento de la casa de Alejandro y Rosana.
A los tres días de alertar a los padres y contar que Lorenzo tenía una causa penal por abuso, Alejandro recibió una carta documento donde el sacerdote le exigía que "rectifique o ratifique sus dichos", relató la pareja a TN.
Alejandro y Rosana no se dieron por vencido a pesar de las advertencias. Los vecinos les dijeron que "se estaban metiendo en la boca del lobo", que Lorenzo era un hombre influyente en el ambiente político y judicial. A pesar de esto, el matrimonio contestó la carta y se dirigió a los organismos estatales y eclesiásticos correspondientes para "expresar su preocupación como padres".
El 1 de marzo del año 2010 el matrimonio vio como la Policia Federal y Policia de la Provincia llegó a su domicilio con una orden de allanamiento y una denuncia por amenaza y extorsión. "Como si nosotros hubiéramos amenazado y extorsionado al sacerdote cuando en realidad eramos papás que queríamos saber que era lo que pasaba", expresa indignado Alejandro.
La pareja, aconsejada por su abogado, quiso tomar fotografías pero uno de los policías los amenazó con "darles vuelta la casa" si lo fotografiaban y entonces desistieron. Alejandro y Rosana entregaron la computadora para que verifiquen los mails, también les mostraron las cartas documentos enviadas y contestadas al párroco. "No teníamos nada que ocultar".
Lorenzo fue denunciado en 2008 por abuso sexual contra un adolescente que tenía entre 15 y 16 años. El joven contó que en la vivienda del cura se realizaban "fiestas con alcohol y sexo", donde también participaba otro adulto que actuaba como entregador. Cuando los hechos salieron a la luz, Lorenzo intentó comprar el silenció del muchacho y lo amenazó de muerte.
Alejandro y Rosana pudieron conocer a la víctima de Lorenzo. "No sabíamos quién eras pero te aseguro que siempre te creímos", le dijo Alejandro al joven mientras le tomaba la mano.
